viernes, 25 de diciembre de 2015

Curso para el mes de enero

CESTERÍA GALLEGA DE MIMBRE 

Lugar: Caballar (Segovia)
Fechas:  23 y 24 de enero
Horario: De 10 a 14 y de 16 a 20
Plazas: 6
Programa: Elaboración de paxe tradicional de la Costa da Morte (Coruña). Elaboración de cabaza tradicional de Muros (Pontevedra). 
El paxe es un tipo de canasto de fondo cuadrado o rectangular con una realización poco habitual en los cestos de este formato y un remate particular, antaño bastante extendido por las tierras del norte peninsular.
Paxe
Las cabazas de la zona de Muros se construyen al revés de lo habitual en la mayoría de los cestos, es decir, se comienzan por la boca y rematan por el culo. Para ello se emplean unas mesas especiales denominadas cabeceiras. Tanto por las peculiaridades de su elaboración como por las de su diseño las cabazas se asemejan enormemente a los creel, un tipo de cesto tradicional de Irlanda.
Cabaza
Precio: 170 € (Incluye materiales, comidas, desayunos y cena así como alojamiento en mi casa para quien lo precise). 
Condiciones de pago: Venticinco por ciento del importe al inscribirse al curso y el resto el día de inicio
Más información e inscripciones: carlosfontales@gmail.com Tfnos: 921500796 / 617745508
Descuento del 20 % para los que hayan realizado algún curso en Caballar en los últimos 12 meses.

sábado, 12 de diciembre de 2015

Torbellinos II

¿No lo oís? Es el tiempo, que corre,
que sopla, que azuza,
que silba y se arremolina,
por las puntas de los cipreses,
por las calles donde los hombres
compran y venden.
¿Dónde han ido las rosas de antaño?
¿Dónde está la casa de adobes
de los abuelos? Todo,
todo arrastra. Subid
arriba a las torres,
si queréis oírlo
su aullido, su silbo
con que junta en rebaño las nubes,
su canto destemplado,
y gritar, preguntarle
dónde los ha llevado:
¿dónde nos llevas, tiempo,
oh tiempo cierzo,
tiempo del Norte, tiempo
huracanado?
¿Dónde la madre aquella
que ya, que no,
que cómo se llamaba?
Los nombres vanos
se arrojan como cáscaras,
y los arrastra el tiempo
por las cañadas, por los bosques
de fresnos y de hayas
¿adónde? ¿Adónde
las hojas por la tierra,
las muertes de oro
innumerables,
los verdes cuerpos
de los faunos y dríades
antiguas marchitos,
amarillos, adónde?
¿Dónde? ¿Dónde? Ya basta:
¿para qué más abono
a la tierra?, ¿porqué
nuevas hojas, nueva
primavera a la rama?
Sopla, salvaje, aliento
del valle de la muerte:
que te oiga al menos
silbar en mis oídos,
en mis entrañas,
no pensar que todo va bien,
que la mar en calma,
que vamos tirando,
que la vida
dulcemente se pasa.
Hijos de muerte, ¿sentís
cómo os ciega de polvo los ojos,
cómo os roe la piel de la cara?
Silba, Aquilón, y dinos
adónde los llevas,
para quién arrancas
los negros cabellos
de estas sienes amargas:
¿adónde los dientes tan firmes?,
¿adónde las ingles doradas?
¿Adónde los caballitos
del tiovivo? ¿Adónde
la novia de labios humildes
como leche? Y aquel
muchacho que cantaba
“¿Dónde me llevas, tiempo?”
¿dónde se ha ido? ¿En dónde,
oh Tiempo, pára?
*Este canto, el 193 del libro 'Más canciones y soliloquios', de Agustín García Calvo, acudió a mi memoria una vez acabada la instalación 'Torbellinos'. Tantas veces lo había recitado o escuchado y ahora estos remolinos parecían traerlo en volandas. 
La construcción fue un encargo del Palacio Quintanar (Segovia). Se inauguró el pasado día 9 y permanecerá al menos hasta finales de enero. En su fabricación me ayudaron Ricardo Fontales y Raúl Díez. Si deseáis ver algunas fotos más sobre el proceso de construcción y su resultado pinchad aquí

martes, 8 de diciembre de 2015

Torbellinos

Ultimando.


Mañana miércoles, a las 7, inauguración en el Palacio Quintanar (Segovia), de  "Torbellinos", una instalación realizada en mimbre y en la que he contado con la ayuda de Ricardo Fontales y Raúl Díez para construirla. Gracias a ambos y al Palacio por la invitación que nos hizo a exponer en su interior.

domingo, 29 de noviembre de 2015

La vuelta

Te bebes copa, tomas soleta y, cuando acabes la vuelta del mundo, te daré respuesta. (Valle Inclán)

Un pueblecillo castellano mañaneando al sol de noviembre. Un grupo de vecinos a los que enseñas a hacer un cesto como los que hacían sus abuelos. Aún quedan algunas mimbreras junto al riachuelo, las recuperarán, dicen, y volverán a hacer canastos para la vendimia, la huerta, las setas. Te sientes devolviendo algo a alguien, un conocimiento útil que, asentado largo tiempo entre sus casas, patios, manos y campos, un fogonazo de luz vana desterró.
Te bebiste copa, tomaste soleta y, a la vuelta del mundo 'cestero', no hay respuesta. Ni pregunta. Solo, un pueblecillo castellano mañaneando al sol de noviembre.


Nota: Durante este mes que termina he impartido algunos cursos en varios pueblos de la provincia de Burgos. Hacía bastantes años que no enseñaba cestería por lugares así, si bien, en los años ´90, realicé muchos talleres de este tipo por Galicia. Acababa entonces de 'beberme la copa' cestera y recorrer pueblos enseñando fue mi bautizo. 'Tomé soleta', sin pretenderlo, y los azares me condujeron a otras tierras, otros países y por otros horizontes que no se limitaban a la enseñanza del oficio. A veces, hay experiencias que te pillan por sorpresa y despiertan sensaciones inesperadas. Esta 'vuelta', ha sido una de ellas.

martes, 20 de octubre de 2015

Cursos para el mes de noviembre

CESTERÍA DE PAJA COSIDA 

Lugar: Caballar (Segovia)
Fechas: 31 de octubre y 1 de noviembre 
Horario: De 10 a 14 y de 16 a 20
Plazas: 6
Programa: Reconocimiento y preparación de los materiales: fabricación de tireta de zarza. Elaboración de escriño pequeño
Precio: 170 € (Incluye materiales, comidas, desayunos y cena así como alojamiento en mi casa para quien lo precise). 
Condiciones de pago: Venticinco por ciento del importe al inscribirse al curso y el resto el día de inicio
Más información e inscripciones: carlosfontales@gmail.com Tfnos: 921500796 / 617745508
Descuento del 20 % para los que hayan realizado algún curso en Caballar en los últimos 12 meses.

ASIENTO DE SILLA CON ANEA

Lugar: Oporto (Portugal)
Fechas: 20, 21 y 22 de noviembre
Horario: Dia 20 de 18 a 20. Días 21 y 22 de 10 a 14 y de 16 a 19
Plazas: 15
Programa: Elaboración de asientos de silla de anea.
Precio, condiciones de pago, más información e inscripciones: sergioaosta@gmail.com

jueves, 8 de octubre de 2015

El vuelo del zarzo

Allá, en un rinconcillo, discreto y un tanto fantasmalmente, aparecía por primera vez. Al menos para uno. Al pie de su fotito, este enunciado:  Bandeja para escurrir queso (zarzo). Varas de avellano. Cangas de Onís. Oviedo.  Bignia Kuoni acababa de publicar Cestería tradicional ibérica, el fantástico libro donde se podía ver la imagen que le servía al zarzo para continuar su vuelo. Porque, ¿de qué pasado venía aquella pieza? ¿Qué circunstancias la habían rodeado? Podías imaginarte cualquier cosa pero ciertamente nada se decía de ello. ¿Técnica de paxo asturiano aplicada a una bandeja? ¿Objeto habitual de una zona? ¿Creación puntual de un labriego? ¿Muy antiguo? ¿Más o menos contemporáneo? Eso y más se preguntaba uno hasta que abandonaba percatado de que, a veces, desvelar misterios, más que enriquecer, empobrece.
Allí, en esa su esquina, te lo ibas encontrando al zarzo en tus frecuentes ojeadas y consultas al libro. Y prendándote de él hasta que -otro misterio- un día te da por ponerte a desentrañarlo y hacer uno.
Te fijas, metes la pata un par de veces y... Voilà!, lo has sacado... Seguirá otro vuelo? Tal vez, quien sabe. Pero el caso es que tú si que vuelas: a Dinamarca, para impartir unos cursos por aquellas tierras.
Steen Hedegaard es un buen amigo y gran cestero danés. Aprovechando la estancia, un día vas a visitarlo en compañía de Jette Mellgren y Jan Johansen, otros excelentes amigos. Sobre la mesa de su cocina: unas varas de mimbre dando testimonio del intento de construcción de un zarzo. Sorpresa!
-Steen, has estado probando a hacer un zarzo?
-Sarsu?
-Sí, bueno..., esa pieza que aparece en el libro de Bignia Kuoni. Mira: ésta.
-Ya, ya!... pero no lo he conseguido.
-Si quieres cortamos unas varas de avellano del bosque de ahí fuera y te enseño cómo hacerlo.
-Claro!
Lo rematamos. En tanto, Jette ha ido fotografiando paso a paso su construcción.
Steen imparte muchos cursos por el norte de Europa. Jette escribe libros sobre cestería con frecuencia. Resultado: unos meses después el zarzo está volando por otros países. Steen lo ha incorporado a sus enseñanzas; Jette, en su libro "FLET", ha mostrado cómo hacerlo.
Pero no sólo vuela el zarzo, también las noticias. De acá te llega que alguien da un curso en Escandinavia sobre su fabricación y lo anuncia como... "pieza tradicional de Noruega"!!!!
De allá, que Ulla Misser, en Dinamarca, ha publicado un libro dedicado exclusivamente a nuestro protagonista y a las múltiples creaciones que, a partir de él, ha realizado.
Entre medias: revistas de Alemania que muestran cómo hacerlo. El artículo de Stéphane Deleau para el magacine "Le Lien Créatif", o innumerables fotos que, a través de facebook y otros medios, te informan de la repercusión que está tomando el vuelo.
Pues en esas estábamos cuando llegan los americanos. La NBO (National Basketmaker Organisation) de USA destina a España su visita anual a Europa. Contactan conmigo y me dicen que quieren recibir un curso de cestería tradicional española. Les propongo hacerlo en Caballar y, cuando aquí están, descubren el zarzo en una de las fotografías que les muestro durante mi charla de presentación. Se fijan en él. Les ha cautivado. Quieren que les enseñe a hacerlo. Doce zarzos vuelan ya hacia América.

Para Jo Campbel-Amsler y los otros amigos americanos que aprendieron el zarzo en Caballar


THE ZARZO’S FLIGHT
(English translation by Nacho Gil)

Up there, in a little corner, discreet and somehow ghostly, it appeared for the first time. At least in my case. The following text as a footnote of a little picture: Cheese tray drain (‘Zarzo’). Hazel rods. Cangas de Onis. Oviedo. Bignia Kuoni had just published ‘Cesteria tradicional ibérica’, the phantastic book where one could see the image that served the ‘zarzo’ to continue his flight. Because, which is the past time from where this piece came? What circumstances had surrounded it? Someone could imagine anything but certainly nothing was told about. Asturian ‘paxo’ technique applied to a tray? Common object made in a specific place? Punctual creation of a peasant? Very old? More or less contemporary? I was wondering that and more until realized that sometimes revealing mysteries impoverish rather than enrich.
There, at his corner, you were encountering the zarzo in your frequent glances and consultations to the book. And being captivated by it until one day -another mystery- you start to unravel it and make one. You watch it, mess it up a few times and... ‘Voilà’!, you got it... Will it follow another flight? May be, who knows. But the fact is that you are going to fly for sure: Denmark, to teach some courses in those lands.
Steen Hedegaard is a good friend of mine and a good Danish basketmaker. Taken advantage of the trip, one day you visit himin company of Jette Mellgren and Jan Johansen, also excellent friends. On his kitchen table: a wicker sticks witnessing the attempt to build a ‘zarzo’. Surprise!
-Steen, have you been trying to make a ‘zarzo’?
-‘Sarsu’?
-yes, well…, that piece that appears in the book of Bignia Kuoni. Look: this one.
-ok, ok!... but I couldn’t make it.
-If you want we can get some hazel rods from the woods outside and I teach you how to make it.
-Sure!
We finish with it. Meanwhile, Jette has been taken pictures step by step of its construction.
Steen teaches many courses in the north of Europe. Jette writes books about basketry with frequency. As a result: few months later the ‘zarzo’ is flying over different countries. Steen has incorporated it into their teaching, Jette, in her book, has shown how to make it.
But not only flies the zarzo, also do the news. From here arrives to you that someone is going to give a course in Scandinavia about its construction technique, and it is presented as.... "Traditional piece from Norway"!!!!
From there, that Ulla Misser, in Denmark, has published a book exclusively dedicated to our main character and the many creations that made from it.
In between: German magazines showing how to make it. Stephen's Deleau article for the French magazine "Le lien creative" , or countless pictures that, through Facebook and other media, reports to you of the impact that the flight is taking.
Well, in this situation we were when the Americans arrive. The US NBO (National Basketmaker Organization) has allocated to Spain its annual visit to Europe.
They make contact with me and tell me that they want to take a course in Spanish traditional basketry. I propose to do it in Caballar and when they are here, they discover the ‘zarzo’ in one of the photographs that I show them during my introductory talk. They watch it intently. It has captivated them. They want me to teach them how to make it. Twelve ‘zarzos’ flying already to America.

To Jo Campbel-Amsler and my other American friends who learned the ‘zarzo’ in Caballar

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Curso para el mes de octubre

ASIENTO DE SILLA CON ANEA
Lugar: Caballar (Segovia)
Fechas: 24 y 25 de octubre
Horario: De 10 a 14 y de 16 a 20
Plazas: 6
Programa: Elaboración de asientos de silla de anea.
Precio: 170 € (Incluye materiales, comidas, desayunos y cena así como alojamiento en mi casa para quien lo precise). La silla deberán aportarla los alumnos. Preferiblemente una silla no muy grande. Cualquier duda, consultarme.
Condiciones de pago: Venticinco por ciento del importe al inscribirse al curso y el resto el día de inicio
Más información e inscripciones: carlosfontales@gmail.com Tfnos: 921500796 / 617745508
Descuento del 20 % para los que hayan realizado algún curso en Caballar en los últimos 12 meses.

viernes, 18 de septiembre de 2015

G.

- Nunca quise tener hijos por no dejarlos esclavos.
- !!!
- Mira, tienes que ir cosiendo los 'charoles' (motivos decorativos de la gorra segoviana) en este sentido. Y colocándolos muy juntos.

Estos y otros comentarios los hacía G (no diré su nombre por respeto a su deseo de anonimato) en el último de los encuentros que hasta el momento he tenido con ella. Hace un par de años alguien me daba su referencia al tiempo que me comentaba: Vive sola, en una casa y de una forma como a la antigua. No le gusta mucho el trato con la gente, pero yo le diré que vas a ir a verla para que te reciba. Y añadía:  Es una de las últimas que sigue haciendo las gorras de paja que usaban las mujeres antes. Con presentaciones así te desentumeces del habitual desinterés por el trato con tus semejantes y allá que te lanzas a la búsqueda de tan atractivo personaje y sus saberes.

Pom, pom, pom! 
- G! G!
- Pasa, pasa. -Te suelta sin más presentación mientras abre la puerta de su casa.

Disimulas como puedes la fuerte impresión que te causa su aspecto: Anciana de las antiguas. Negro pardo en sus atavíos. Pañuelo a jirones en la cabeza. Rostro barbudo y grabado de arrugas contra una resplandeciente y limpia sonrisa. Mentirías si dijeses que no estás viendo también a una niña.

- Qué cocina tan antigua! 
- Así la tuvimos siempre. En invierno, cuando hacía malo como ahora, mi padre nos cubría junto a él con una manta y así pasábamos el frío.
- G., me han dicho que usted hace gorras de paja como las que se hacían antes.
- Ya casi no hago!
- Me gustaría aprender. ¿Usted me enseñaría?
- Pues claro.

La conversación se desarrolla en la cocina. Desolada. Piso de tierra y la sola iluminación del haz de luz que penetra por la amplia chimenea del hogar; la misma por la que van cayendo los copos de nieve que revolotean entre nosotros mientras hablamos. Las gallinas campan aquí a sus anchas.

- Y tendrá alguna para que la vea?
- Alguna tengo.

G. se va para aparecer unos minutos después cargada de bolsas. En la penumbra comienzan a resplandecer las doradas 'sombrillas' -como ella las llama- según las va sacando de los viejos plásticos en que las guarda. Colocadas sobre la descuidada mesita diríanse un tesoro.

- Qué bonitas!
- ...
- ¿Me vendería alguna?
- Coge la que quieras
- Pero se la pago, eh!
- Te la llevas así o no te la llevas. Tu verás. Yo tengo el gusto de que te guste hacer este trabajo, así que llévate una. Yo soy así. Ni más, ni menos.
- !!!...
- Ves?, primero hay que hacer una trenza como ésta y luego se va cosiendo así.
- Espere, G. Le parece bien que venga el domingo con unas pajas preparadas y comenzamos a hacer todo desde el principio?
- Ven, sí. Como nosotros no tenemos misa...

Ella sonríe traviesamente y tu caes en la cuenta de que ha volado el tiempo y es hora de marchar. A pesar del forro polar, abrigo, gorro de lana y yo que sé qué más que llevas, te has quedado helao. G., con un par de chaquetillas y una bufanda, tan fresca.

- Hasta el domingo, entonces.
- Mira, si tu llegaras a casa y, por cualquier cosa, no se te arregla la palabra que tenemos, no pase entre nosotros discordia. Me entiendes, no? Tan amigos.

Y tan amigos, sí. Tanto como para que, entre comentarios pícaros, historias de su vida y pensamientos (o desengaños, como a ella le gusta decir), a partir de aquel primer día G. me fuera desvelando los vericuetos de la construcción de una sombrilla en las espaciadas visitas habidas durante los dos últimos años (tal vez algún día tenga uno vagar para dar cuenta más detenida de todo ello).
¿Mucho tiempo para una gorra? Dicen que no hay prisa cuando algo es urgente pero, tal vez podíamos habernos visto más a menudo, no? No. La siguiente conversación, surgida durante mi última visita, ponía palabras a lo que sin ellas había estado claro en esos años:

- Ya llevamos toda la mañana dale que te pego a la sombrilla, G. Estarás cansada. Además, con los calorazos de este agosto no hay quien pueda. ¿Te parece que lo dejemos por hoy y la terminamos mañana? Ya no queda mucho.
No, ya la acabamos hoy. Así tu ya estás libre y yo también. Te voy a decir una cosa: mira, es mejor así, verse pasado el tiempo. Cuando la gente se ve muy a menudo se pierde el respeto.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Flygtighed 2015

Jan Johansen nos envía este bonito video sobre Flygtighed, proyecto que se inauguró en mayo y en el que, entre otros, participamos conjuntamente Joan Farré y el que escribe.

jueves, 30 de julio de 2015

De siega, cantimplora y planes

La hoz no distingue, corta cuanta mata entra en su cerco mortal. Centeno y hierbas van sucumbiendo al ritmo que impone a la mano la herramienta y, tajo a tajo, apenas queda planta en el campo en pié .
Estos días de atrás tocó siega. Hubo suerte, este año un vecino había sembrado un terreno con centeno del antiguo, del de paja alta (no estas variedades que se cultivan ahora mayoritariamente cuyo tallo, corto y quebradizo, apenas sirve para nada) y, antes de que la despiadada cosechadora destrozara todo, corrimos a segar unos cuantos haces. Desgranado, duerme ahora en un antiguo pajar ajeno a cualquier plan. De eso, de los planes, nos encargamos los especialistas en ellos, estos monos pelones que, vaya usted a saber si por miedo a vivir cada día sin más, matamos el de hoy planeando el de mañana.
Y claro, cómo no iba a ser uno un hombrecito como los demás y tener sus planes! Pues, para esa paja de centeno, cantimploritas. Por ejemplo. Es decir, programar (vuelta a lo mismo!) un curso este otoño en el que los estudiantes realicen una de esas bonitas cantimploras castellanas de paja y mimbre en las que pastores y campesinos llevaban el vino o el agua al campo.
Consciente de mi pecado, me limito a proponer el proyecto muy vagamente, sin fechas, sin mucha seguridad. Y no es que lo haga así esperando redención por ello, no, seguramente que sólo es producto de la pereza que le dan a uno el futuro y sus planes.

martes, 7 de julio de 2015

Curso para el mes de julio

CESTERÍA DE MIMBRE. TÉCNICA DE COSTILLAS Y DE FONDO EN CRUZ
Debido al accidente que sufrí en el mes de mayo, tuve que suspender este curso anunciado para el 30 y 31 de ese mes. Una vez restablecido, vuelvo a programarlo teniendo en cuenta que, aquellos que estaban apuntados entonces, tendrán preferencia en caso de seguir interesados. 
Lugar: Caballar (Segovia)
Fechas:25 y 26 de julio
Horario: De 10 a 14 y de 16 a 20
Plazas: 6
Programa: Elaboración de dos tipos de cestas de mimbre: con fondo de cruz y cesta de costillas.
Precio: 160 € (Incluye materiales, comidas, desayunos y cena así como alojamiento en mi casa para quien lo precise).
Condiciones de pago: Venticinco por ciento del importe al inscribirse al curso y el resto el día de inicio
Más información e inscripciones: carlosfontales@gmail.com Tfnos: 921500796 / 617745508
Descuento del 20 % para los que hayan realizado algún curso en Caballar en los últimos 12 meses.
Cesta de fondo en cruz
Cestas de costillas

sábado, 20 de junio de 2015

Cariños

Les coge uno cariño. A esos sombreros de paja que coronan en corro la oficinilla. Al cachulero que penduléa en el picaporte de la puerta del balcón desde hace no sé cuánto. A la ristra de zapatos de esparto en lo alto de la estantería. A los libros, fotos, vídeos y cestos, claro, cestos, que habitan esta casa y hacen de ella la piel de una pompa de jabón cesteril. Y entonces va Justo, el viejo canastero gitano de la foto en el estante, y se fija en ti. Suficiente para que le veas de nuevo caminando por las calzadas y tierras lindantes a Salobreña con sus canastos de caña al hombro, soles al sol. Y que esos campos sean los mismos, y no, por los que pasa la noche “en la posada de las estrellas”, Gabriel, tu viejo espartero de Granátula, camino de vocear sus capachos por las calles de Puertollano mientras que, en la acera de una rúa de Santiago que no es diferente de aquéllas, languidece entre la basura un viejo cesto de castaño que ahí, en un rincón de la sala, sigue  guardando las nueces con la devoción de un rescatado. Cuánta irreal compañía, cuántas conversaciones, paseos, enseñanzas recreándose aquí y allá, de habitación en habitación.
- Irreal? Te suelta a bote pronto la trenza de esparto dibujada en el folio que reposa sobre el escritorio.
- Sí, supongo. Respondes.
- Y entonces, ¿es mentira cuánto has escrito?,  ¿esta misma conversación?
- No, desde luego que no. Pero, ¿cómo puede ser irreal y no ser mentira?
- Tal vez por eso mismo, tal vez porque mentira no sea sino aquella verdad que pretende ser real.
Justo sonríe, siempre sonríe sin gesticular.

sábado, 30 de mayo de 2015

Fugacidad

Fugazmente frenas la bicicleta saltas por los aíres caes sobre el codo y te lo has roto. No ha habido discontinuidad ni, por tanto, tiempo de darte cuenta. La cuenta cae después, en horas de hospital, en semanas de escayola, en meses de recuperación.
"Fugacidad"* era el tema que nos había llevado a Dinamarca. Otra fugacidad (otra?), en este caso la exposición que, con tal título, nos invitaba a realizar un par de obras que reflexionasen sobre cómo -según texto que los organizadores nos habían enviado- Construimos nuestras vidas en un esquema cuidadosamente planificado donde la reflexión, la relajación  y la experiencia de la naturaleza se sustituyen por una lección de meditación o una carrera a gran velocidad para acomodarse al ideal de un cuerpo perfecto. Lo fugitivo se ha convertido en sinónimo de algo superficial y transitorio.
Garabato
Nada significo. No se de dónde vengo ni a dónde voy. Me quedo en tus ojos a fuerza de fugarme de ellos.
Redactábamos esas líneas como nota al título de las dos estructuras que, Joan Farré y el que escribe, realizamos conjuntamente trabajando…, no, disfrutando, en los dos parques que la organización había conseguido para esta experiencia: Reventlow y Liselund.
El garabato de Reventlow se escribía en el aire, sin nunca tocar tierra. Lo construimos a base de atar en churro montones de ramitas de los árboles del propio parque. Una vez realizado, lo izamos al aire con la pretensión de que se quedara suspendido en él, pero parece ser que hay una ley llamada “gravedad” que nos obligó a montar toda una estructura de largos palos de avellano para sujetar el trazo sobre ellos y conseguir así burlar, aunque fuese un tanto toscamente, a la imperiosa norma.




Diferentes garabatos fueron los de Liselund. Paseando por el parque el día de la llegada, se quedó prendado en nuestros ojos (a fuerza de fugarse?) el oscuro bosquecillo de viejas hayas que nos topamos en el recodo de un camino y decidimos, con su permiso, garabatear en él.
Recogimos montones de ramas secas de la zona y con ellas fuimos realizando diferentes garabatos. El misterioso ambiente del hayedo invitaba a abandonar la idea de dar un sentido a las composiciones, así que dejamos que fueran las propias formas de los palos quienes fuesen dibujándolas. Una vez acabadas, fuimos albergándolas entre las hayas a base de atarlas a sus troncos sin otra intención que la de que fuesen algo visibles. No demasiado, sólo lo suficiente como para que resaltaran la inquietante atmósfera del lugar.




Se supone que fue entonces, al acabar de garabatear y paseando por una tranquila carreterita del lugar, cuando sucedió lo de la bici. Pero eso es mucho suponer, ya se sabe que lo fugaz no queda registrado en los calendarios.

*Este proyecto se inauguró el día 15 de mayo en el parque de Liselund y el 16 en el de Reventlow y se podrá visitar hasta el 15 de setiembre. La organización e iniciativa corrieron a cargo de Jette Mellgren y Jan Johansen. Si quieres ver algunas de las obras pincha aquí