jueves, 16 de octubre de 2014

Pescando

Te da un alegrón. Vas zombie entre zombies  por Barcelona -da igual, podía haber sido Madrid, o cualquiera otro de esos megaantros- y, a la vuelta de la esquina, una está pescando con un palo, una cuerda y un bote viejo de cerveza. ¡Alguien haciendo algo sin sentido, como todos los demás, pero de verdad! Es decir, sin disimular. Le darías un beso.
La cosa es que el impacto se te queda burbujeando por los mares del recuerdo y una de sus oleadas te empuja a 'homenajear' (cielos, que horror!) aquello. Aunque, bien pensado, quizás no estés más que retorciendo ese beso que regateaste.
Vaya pues -esta metáfora de aquello, que entre girasoles agostados se me ocurrió montar- por los que pescan botes de cerveza en medio de ese triste desierto decorado con escaparates y neón.