martes, 19 de julio de 2016

Elementos à solta

Cuentan que Cerdeira (Lousâ. Portugal), como otras aldeas de la zona, fueron construidas y pobladas por gentes que huían de la esclavitud a que eran sometidas en el valle. Y es difícil que haya otra explicación para que alguien se vaya a vivir a un lugar tan aislado en la montaña, donde la supervivencia es muy difícil, si no fuese por motivos como ése. Por otro lado, los bosques, los riachuelos, las propias casitas construidas con xisto (piedra de la zona) construyen un entorno maravilloso para el disfrute de sus habitantes. ¿Una metáfora de este mundo y de lo que frecuentemente ocurre con los que intentan escapar de sus esclavitudes?
De otra manera, pero supongo que por motivos semejantes, hace un montón de años llegó por Cerdeira Kerstin y otros amigos. Se encontraron con una aldea casi en escombros y decidieron volver a levantarla y darle vida, ahora a través del arte y la artesanía. Cerdeira Village es el nombre de su proyecto y podéis husmear en él a través de su web.
Entre sus actividades figura la organización de un evento anual que denominan Elementos à Solta. Este año celebraba su 11ª edición y fui invitado, junto con otros artesanos-artistas de Portugal y de fuera, a participar en ella a través de dos talleres: uno de cestería y otro de construcción con mimbre de una instalación.
De momento parece que no hay excesivo interés en la cestería por parte de las nuevas generaciones portuguesas, así que dedicamos el curso a realizar algunos cestos básicos de mimbre que sirvieran de iniciación y, tal vez, reclamo.
En cuanto al taller de construcción, tras algunas deliberaciones, decidimos intervenir en una de las ruas principales creando una especie de enredadera en mimbre que recordara aquéllas que, tal vez en otros tiempos, cubrieran algunas de las casas de la aldea. En las fotos podéis ver los resultados aunque tengo que apuntar que, al realizar la estructura en un lugar esquinado, me fue imposible hacer alguna en que se viera de una sola vez toda la construcción.


Sin ningún ánimo de hacer la pelota, sino con toda sinceridad, felicito desde aquí a Kerstin y a toda la gente, amigos ya, que organizó este encuentro. Y especialmente quiero resaltar algo que me parece tan interesante como las actividades que se realizaron: la experiencia, no programada, de cómo se pude convivir sin muchas reglas y de qué manera eso facilita la implicación de todos, la ayuda y la colaboración mutua en lo que va surgiendo. Rescoldos que afloran, tal vez, de la libertad que entre estas montañas se vino y se viene a buscar.