El
Palacio Quintanar (Segovia), me invitó a participar en una exposición que, con el nombre de "
A la sombra del árbol. Otro arte"*, pretendía reunir a gentes de Castilla y León que practicasen unas actividades difíciles de encuadrar dentro de los estereotipos de lo que se llama arte o artesanía. Me pareció interesante así que, sin más, pensé en montar alguna cosa. Hacer, siempre es deshacer ideas ("Se tienen ideas para no pensar", decía Unamuno). Comienzas a idear no sé qué, y no. Y no tampoco lo otro, ni lo de más allá y te lo pasas fenómeno cargándote ideítas hasta que ya desistes, te rindes de ti mismo y entonces, a lo mejor, tu o alguien de tu entorno también autorendido es capaz de escuchar el susurro de alguna musilla que le regala una ocurrencia que, oye, pues que está bien. Y te pones a ello..., más o menos, dejando también la puerta abierta a lo que el propio hacer te pueda traer inesperadamente.
El esgrafiado es una técnica de decoración para fachadas de edificios muy común en Segovia. Y no se si el susurro musil vino por lo de sombras o cosa por el estilo pero el caso es que me pareció interesante tejer algo así como un 'esgrafiado' en mimbre que jugase la doble baza de trazar su propio dibujo y el que proyectase sobre la pared.
Imposible hacerlo sólo así que le pedí a mi hermano
Ricardo de nuevo (ya el verano pasado estuvimos haciendo juntos aquello de las
cabañas) que me echase una mano. Lo demás lo cuentan las fotos que a continuación os pongo.
*La exposición permanecerá abierta hasta el 23 de febrero.
1 comentario:
me parece increible el trabajo artesano y ver estas fotografias mas increible
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