Venía de atrás. De un junco encontrado en la ribera del Duero a su paso por Zamora. De alguien que lo cogía y se lo regalaba a alguien que agonizaba en un hospital. De las últimas caricias que unas manos daban a una cosa de este mundo. De uno que pasó por allí y contó cómo los niños hacían barquitas con juncos como ese y las echaban al río. De un dibujo explicando su fabricación.
De un intento por repetirlas. De un enamoramiento de toda esa historia, de esas navecitas. Y entonces llegó una llamada de la lejana Dinamarca invitándonos a participar en un encuentro de eso que llaman 'Land art'*. Había ciertos motivos que debían de servir como inspiración, uno de ellos: 'los cobijos'. Y a mano teníamos un refugio de beso: niños, caricias, juncos, adioses, al fin, efímeros barquitos que duran un tiempo imposible de contar.
Foto de Anne Mette Hjornholm
Así que, adelante!, nos dijimos; que sean barcos, muchos, de mimbre, blancos, que salgan a la luz y la reflejen. Al borde del lago montamos el astillero; un poco más allá, el dique seco.¡Cestería de ribera! Y manos a la obra. Siete fueron,- ¿por descapitalizar pecados?-. Y vino la botadura. Y tan pronto navegaron sobre las aguas, comenzaron a hundirse en lo que viene quedando atrás.
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El encuentro se denominaba "Lae & Leben" (más o menos, 'Cobijo y Vida'), y la invitación de Jette Mellgren y Jan Johansen nos la hicieron a Joan Farré y el que escribe. La celebración tuvo lugar entre el 15 y el 21 de abril en la isla de Lolland (Dinamarca) y a el fueron invitados también otros artistas/artesanos de diferentes partes de Europa. Las instalaciones permanecerán expuestas hasta octurbre. Próximamente, Jan y Jette informarán sobre los resultados de todo este evento con fotografías y vídeos. Cuando lo hagan os lo haré saber para que podais ver las instalaciones de todos los participantes. De momento esta historieta sobre el nuestro, que titulamos 'El cobijo de la infancia' y un gran agradecimiento a Jette y Jan por todo lo que están haciendo por la cestería europea.
6 comentarios:
Preciosa historia que te movió a hacer las barquitas. Y preciso el resultado, las barquitas flotando. Como cobijos ante la intemperie. Las barcas como juegos de niños y el junco en manos del hombre que se despide de la vida, más acogido
Por allà quedaron las barquitas, siempre distantes y por eso tan buenas como refugio. Gracias por tu bonito comentario.
Beautiful, beautiful work you made in Lae&Leben and very good pictures! Thank you!
Thank you , Anna-Maria.
Muy, muy bonito los chicos. Enhorabuena!
Muchss,muchas gracias, Lois. Me alegro de que te guste
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