Tiene su gracia pensar que hoy hay tres cuévanos nuevos en el mundo. Que hace un mes convocabas un curso para aprender a hacerlos. Que hace un año te fuiste hasta un pueblecito remoto de los montes cántabros para que alguien te enseñara a ti. Que hace el doble, cuando un amigo te mostró el cuévano que tenía, algo se te quedó prendado de él y te empujó a averiguar dónde y cómo hacerlos. Tiene su gracia descubrir el sinsentido de todo eso y que ese sinsentido haya reunido a cuatro amigos y alumbrado tres cuévanos nuevos en el mundo.
Cárdeno ocaso hoy. Hay gracia en ese diálogo entre nubes y sol. Y ternura, como en cualquier sinsentido.
O manos, esos apéndices llenos de dedos con los que la gente hace cosas; en el caso que nos ocupa, trenzar, coser o pleitear esparto. Porque, a qué engañarse, son ellas y no fulanito o menganito quienes trenzan, cosen o pleitean cuando algo de eso se hace bien. Sería imposible que cualquiera, voluntaria y conscientemente, dirigiera los movimientos, colocaciones, ritmos que ellas realizan con tanta precisión, automáticamente, graciosamente, casi que en danza. No hay más que fijarse.
Así que te fijas. Y qué mejor día para volver a hacerlo que uno en que un montón de maestros esparteros dejan a sus 'apéndices' en manos del esparto. O viceversa, porque ¿acaso no hay momentos en que ambas cosas, esparto y manos, se confunden? Y como llevas cámara pues les machacas a fotos. Aquí os dejo algunas (pincha en la foto).
Sé que faltan otras, las que mostraran el soterrado, casi inconsciente placer que produce en cualquiera ese 'juego de manos y esparto', pero no sé si eso se puede fotografiar.
A veces te lo ponen en bandeja. Llevas años investigando cestería popular, recogiendo cuanto puedes a través de viajes (exploraciones, casi que habría que decir en algunas ocasiones), contactos que te llegan, encuentros ¿casuales?, en fin, de menudeo (un menudeo, eso sí, que se ha ido acumulando hasta convertirse en hucha, reventona ya, de datos, fotos, vídeos, recuerdos…),
y de pronto tienes la suerte de contactar con gente, amigos ya, como José Fajardo, Alfonso Mansanet y otros que, ligados al taller de esparto de la Universidad Popular de Albacete, te abren de par en par las puertas a los muchos conocimientos, objetos, etc., que tan cuidadosamente han venido recogiendo respecto al mundo cestero del esparto.
Del menudeo pasas al filón en un plís plás y vaya, que regalo así lo agradeces mucho. Impresionante la cantidad de actividades y capacidad de convocatoria que tiene dicha Universidad. Una de ellas, como dije antes, es el taller de esparto que mantiene abierto durante el periodo ‘escolar’ desde hace ya algunos años. José Fajardo es el encargado y docente, si bien el funcionamiento del mismo es tan abierto como ejemplar. Allí se juntan gentes de diferentes edades y condiciones y cualquiera que aprenda algo nuevo (técnica, objeto,…) lo comparte y enseña a los demás.
También invitan a viejos esparteros a sumarse al corro y aportar lo que saben. Fruto de ello es la cantidad de técnicas y conocimientos sobre el tema que han ido recogiendo y el número de personas que están aprendiendo una tradición que se perdía.
Pues bien, este taller ha vuelto a organizar este año la exposición que denominan, Esparto, naturaleza y cultura. En ella se pueden contemplar un montón de piezas diferentes realizadas con casi todas las técnicas del esparto. Más que interesante. La exposición permanecerá abierta hasta el día 21 de febrero y la inauguración tuvo lugar el lunes 9, día en que fui invitado a dar una charla sobre cestería popular española que puedes escuchar aqui:
Otro evento muy interesante dentro de las jornadas tuvo lugar el sábado 14. Viejos esparteros de toda la provincia acudieron a dar clases 'magistrales' durante toda la mañana a cualquiera que por allí pasase.
Un placer escucharles, verles trabajar, aprender con ellos. Y hasta un galardón hubo, al espartero más viejo de los presentes, Don Antonio Baídez, de 98 años que, ni corto ni perezoso, se arrancó con este fandango después de recibir el diploma y justo antes de que marcháramos a comer los riquísimos gazpachos manchegos que la organización había preparado para los asistentes.
Exposición permanente de cestería popular ibérica. Caballar (Segovia)
Libro publicado. Book published
"Cestería de los pueblos de Galicia". Carlos Fontales. Prólogo, Agustín García Calvo. 195 páginas con multitud de fotos y gráficos a color. Incluye DVD. Precio, 32 € más gastos de envío. Pedidos: carlosfontales@gmail.com
Libro publicado. Book published
"Más que cestos. Cestería española. More than baskets. Spanish basketry". 60 páginas con multitud de fotos a color. Textos en español e inglés. Precio, 10 € más gastos de envío. Pedidos: carlosfontales@gmail.com