Visita al museíto del esparto en El Romeral (Toledo). A una hora de Madrid, plena Mancha. Llegas, detienes el coche en el pueblecillo, te bajas y... el museo está cerrado. "¡Pero si en la web ponía que hoy estaba abierto!" Guay, esto empieza bien. Preguntas por allí quién abre el museo. Un vecino te manda a otro, el otro no sabe nada, el que no sabe nada sabe, eso sí, quién puede saber, y ése que puede saber ha escuchado esa mañana que quien sabe de las llaves es 'Dori', que vive "ahí alante y tiene tendida la ropa en la puerta de su casa". Llamas, "¡Dori!", y resulta que sí, que ella tiene las llaves y que no ha abierto el museo porque hoy empezaban las vacaciones pero que ya que has venío desde Madrid pues te lo enseña. Dori deja la comida haciéndose y muy amablemente me acompaña. El Romeral tuvo una enorme tradición espartera hasta hace unas decenas de años. Las mujeres pasaban muchas horas haciendo pleita y los hombres cosiéndola para elaborar cantidad de piezas que después enviaban por toda España. Mezclada con esta gran producción corría otra para el uso de los propios vecinos y que muestra la aplicación del esparto a multitud de objetos cotidianos. Dori no puede darme demasiados datos 'técnicos' sobre todo esto porque por edad lo vivió de refilón y, aunque las piezas que alberga este interesante museo hablan por si mismas, echas de menos las voces de los que anduvieron en aquellas labores, sus recuerdos y sus conocimientos. ¡No pasa ná, hombre, no te pongas tan dramático, todavía hay abuelos por allí que te podrán contar cosas en otra visita! Seguro.
Y por aquello de los contrastes, te vas al Museo del Traje (Madrid) que tiene una exposición temporal, "The nature spirit", sobre arte textil contemporáneo japonés. Por supuesto, está abierto según su horario y todo muy correcto pero, oye, no sabes por qué pero como que a uno le gustaría tener que ir hablando con unos y otros para encontrar a la Dori del lugar.
La cestería es una manera de tejeduría (entendidas ambas en sus más amplios sentidos) y los límites entre las diferentes 'maneras' siempre han estado muy confusos. Así que, no es novedad que en las nuevas producciones artísticas, gente que procede de distintas disciplinas realice cosas difíciles de encuadrar en un campo. Y esta exposición es una buena muestra pues, algunas de sus delicadas piezas, se mueven en ese terreno 'indefinido' tan interesante. Fotos superiores: Tomadas en el museo. Pincha en la primera si quieres ver más.
Fotos inferiores: Viento (Circulo B-2011), de Joko Kataoka. Detalle de la pieza.
English version by Nacho Gil
MuseAndo (*)
(*) Museum going, searching, walking. Free construction with a play on words: Makes a verb, “musear”, from the noun “museo”, where its gerund ending in Spanish, “ando”, means also “I walk”.
Visit to the little museum of esparto grass, in El Romeral (Toledo). Just one hour from Madrid, right across La Mancha. You arrive, stop the car on a small village, get off and… the museum is closed. “But if in the web it said today was open!” Brilliant, this starts perfect. You ask down there for someone who opens the museum. One neighbour sends you to another, this one knows nothing, that who knows nothing knows, that’s for sure, who may know, and that one who may know, has heard that morning that who knows of the keys is Dori, who lives “right ahead and has the washing hanging out in her house door”. You call her: “Dori!”, and it comes that it was true, that she has the keys but didn’t open the museum because the holidays started today, but once you´ve come from Madrid, she’ll show it to you. Dori leaves cooking the food, and very kindly comes with me. El Romeral had a great esparto grass tradition until some tens of years. Women spent many hours making “pleita” (a special kind of plait) and men sewing it to produce lots of pieces that afterwards were sent all over Spain. Together with this big production ran another for the own neighbour’s use and which shows the esparto grass application to a great deal of every day objects. Dori can’t give me too many ‘technical’ data about all this because due to her age she lived it only sideways and, though the pieces contained by this interesting museum speak for themselves, one misses the voices of those who were engaged in those works, their memories and their knowledge. It’s alright, man, don’t be so dramatic, still there are grandparents down there for telling you things on another visit! Sure they will. And looking for contrasts, one decides to go to the Dress Museum (Madrid), which shows a temporary exhibition, "The nature spirit", about Japanese contemporary textile art. Of course, it’s open in accordance to the visiting hour and everything is very correct but, listen, I don’t know why but it’s like somehow one would like better to have to go talking with one another to find the Dori’s of the place.
Basketwork is a way o weaving (both of them understood in their widest sense) and the limits among the different ‘ways’ have been always very confused. So it is no news that in new artistic productions, people who come from different disciplines make things which are difficult to be classified in a specific field. And this exhibition is a good example of it because, some of its delicate pieces, move in this so interesting ‘undefined’ ground.
Upper pictures: Taken at the museum. More pictures clicking the one at the top.
Pictures bellow: Wind(Circulo B-2011), by Joko Kataoka. Detail of piece.
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