viernes, 29 de julio de 2011

Casa de las cestas. Cestas sin casa.

Hace unos días visité 'A casa das cestas', una casa de turismo rural que tiene mi amiga Belén en A Nagaza, una aldeita en plenísima montaña cerca de Trives (Ourense). Muy recomendable para amantes de cestos y público en general. Belén, también cestera, tiene allí expuesta una pequeña colección de cestos que ella misma ha ido realizando en muchos casos. Entre la exposición encontré uno que me llamó especialmente la atención, una vieja cesta da calceta o de fiar (así se las denomina en Galicia); una cestita en que las mujeres, cuando iban a pastorear las vacas al monte, llevaban lo necesario para hacer unos calcetines o hilar lino, por ejemplo. La cestita tenía ese gustoso sabor que el paso del tiempo y uso va dejando en la madera, parecía contar historias de esas que, sin haber vivido directamente uno, al escucharlas se le hacen como propias. Y una de esas 'historias' me la recreó un detalle, el remate del asa: un 'lacito' en que se sentía vibrar el buen temple del cestero que lo hizo; me parecio -y parece, cada vez que lo veo- tan delicado como rotundo (perdón por el palabro, pero en este momento no me viene uno mejor), la firma de un trabajo bien hecho y el regusto que da a quien lo hace y a quien se fija en ello. También este que escribe lleva tiempo recogiendo, acogiendo y acarreando en su nomadeo por distintas viviendas un montonazo de cestas, cestos y demás cosas cesteriles que aumentan día a día. No es, desde luego, una coleccíon porque no me gusta eso de 'coleccionar', podría decirse que son 'historias' escritas en objetos cesteros y que en grupo vienen a contar retazos de lo que ha sido y es buena parte de la cestería (entendida en un amplio concepto) española. Las historias, si son interesantes, no ocupan lugar, al contrario, cuando se las escucha suelen liberarle a uno del propio, pero los objetos sí que lo hacen y yo, de mudanza, ya no lo tengo por lo que han tenido que quedar guardados en cajas de cartón y en silencio. Así que desde aquí lanzo una llamada para que, si alguien tiene noticia de algún lugar donde se pudieran exponer al público dignamente, pues que me lo haga saber y estudiarlo. En España no hay ningún museo o cosa parecida (que yo sepa) especializado en cestería y tal vez esto podría ser un inicio serio de ello. Bueno, pues ahí queda dicho por si acaso.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En agosto salen todos a la desbandada. En septiembre aprovecharé que nuevamente toque la banda i si suena la flauta...
Pero la primera nota ya está dada.
Deseo que surjan ofertas varias.
UN BESAZO.
Ana Isabel (gorres de cop)

Carlos Fontales dijo...

Gracias, Ana, por tu interés y atención, no es que tenga demasiadas esperanzas en que surja algo pero nunca se sabe, al menos hay que intentarlo. Un beso.