La falta de intención de la que el otro día hablábamos.
Recuerda la sentencia del maestro algo tan simple como adentrarse en muchos de los talleres cesteros, sobre todo si son rurales. El más o menos azaroso encuentro de una multitud de materiales, herramientas, útiles o piezas cesteras con todo aquello que no tiene mucho que ver con esta actividad da como resultado unos espacios hermosísimos y llenos de vida, ya sea por alegría, desolación, o confusión de lo uno y de lo otro. En ellos los cesteros pululan representando a las claras lo que todos somos dentro y fuera de cualquier lugar: cosas entre las cosas. Que de esos revoltijos salgan por la puerta objetos tan ordenados y organizados en su composición como son los cestos no deja de ser sorprendente, o más bien, lógico. Tanto como la tela de araña que se afirma entre un montón de mimbres caídos en cualquier esquina.
Más talleres pinchando en la foto
1 comentario:
Estas fotos de talleres son gloriosas, fotos do centro do mundo, ou fotos onde se constrúe o mundo. Parabéns!
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