Y si en Aldealseñor ya giraba el cielo desde hace tiempo (al menos desde que Mercedes Alvarez rodó en este su pueblo la deliciosa película "El cielo gira"), ahora le tocaba a la mimbre. Puestos, Mercedes misma sería la que, tal vez sin intención, lo volvía a conseguir invitándome a dar un curso cestero entre sus paisanos el pasado día 13.
Coser y cantar... Y desatarse, diría uno. Comenzó el Sr. Eladio, tan reservado de costumbre, soltando eso de "En mis tiempos muchos cestos hice yo". A su voz se unió en coro la de algunos vecinos que daban fe de ello y de recordar en la faena a otros que ya se fueron. Por fin, gloriosas, las viejas mimbreras que bordean los caminos de la Aldea alzaron la voz que es su carne para sentenciar: "Siglos aquí de cesteros*. Años apenas sin verlos. ¡Alegría! Giran hoy nuestros retoños, en las manos
de otros nuevos"*
- Esto va mucho mal. Hay que reforzar más el culo.
- No desanime, Sr. Eladio.
- Y al acabar, darle con la pata de cabra.
- ¡Pero que bruto es usted! Y encima se ríe.
- ¡Pa que asienten bien!
- Venga, una canción. Todos a coro.
Desde Santurce a Bilbao...
-¿Y esto tiene futuro? ¿Se puede vivir de vender cestos?
- ¿Futuro? Déjate de eso ahora, mujer. No ves lo bien que lo estamos pasando.
- Pues tienes razón.
- Además, ¿te acuerdas de esa película*** que hizo Merche sobre lo de vender y...?
- Claro que sí.
- Pues ya tienes ahí de lo que va eso del futuro.
- ¿Aquí no se come, o qué?
Y se comió. Y se acabaron los cestos.Y ya, a la mañana siguiente, una vuelta para presentar nuestros respetos y cariños a las majestuosas mimbreras. Ellas, con la distancia que detentan los corazones generosos, giraron sus ramas al son de un viento que silbaba perdido.
* Siglos tienen algunas de estas mimbreras, algo que me sorprendió (nunca antes había visto unas tan viejas) y que invita a pensar que ya hace mucho tiempo que en Aldealseñor se hacían cestos.
** Pido aquí clemencia a las mimbreras por este intento de expresar su palabra en el torpe hablar de los hombres.
*** "Mercado de futuros", magnífico y esclarecedor largometraje que M. Alvarez rodó en 2011.
Coser y cantar... Y desatarse, diría uno. Comenzó el Sr. Eladio, tan reservado de costumbre, soltando eso de "En mis tiempos muchos cestos hice yo". A su voz se unió en coro la de algunos vecinos que daban fe de ello y de recordar en la faena a otros que ya se fueron. Por fin, gloriosas, las viejas mimbreras que bordean los caminos de la Aldea alzaron la voz que es su carne para sentenciar: "Siglos aquí de cesteros*. Años apenas sin verlos. ¡Alegría! Giran hoy nuestros retoños, en las manos
de otros nuevos"*
- Esto va mucho mal. Hay que reforzar más el culo.
- No desanime, Sr. Eladio.
- Y al acabar, darle con la pata de cabra.
- ¡Pero que bruto es usted! Y encima se ríe.
- ¡Pa que asienten bien!
- Venga, una canción. Todos a coro.
Desde Santurce a Bilbao...
-¿Y esto tiene futuro? ¿Se puede vivir de vender cestos?
- ¿Futuro? Déjate de eso ahora, mujer. No ves lo bien que lo estamos pasando.
- Pues tienes razón.
- Además, ¿te acuerdas de esa película*** que hizo Merche sobre lo de vender y...?
- Claro que sí.
- Pues ya tienes ahí de lo que va eso del futuro.
- ¿Aquí no se come, o qué?
Y se comió. Y se acabaron los cestos.Y ya, a la mañana siguiente, una vuelta para presentar nuestros respetos y cariños a las majestuosas mimbreras. Ellas, con la distancia que detentan los corazones generosos, giraron sus ramas al son de un viento que silbaba perdido.
* Siglos tienen algunas de estas mimbreras, algo que me sorprendió (nunca antes había visto unas tan viejas) y que invita a pensar que ya hace mucho tiempo que en Aldealseñor se hacían cestos.
** Pido aquí clemencia a las mimbreras por este intento de expresar su palabra en el torpe hablar de los hombres.
*** "Mercado de futuros", magnífico y esclarecedor largometraje que M. Alvarez rodó en 2011.
2 comentarios:
Hola Carlos, ha sido muy ameno el dia que hemos pasado juntos aprendiendo a hacer la cesta de mimbre. Muchas gracias por tus explicaciones y ayuda. Ojala nos volvamos a ver en otra ocasion. Un saludo.
Fue un placer estar con todos vosotros y disfrutar de ese pueblo maravilloso. Encantado de que nos volvamos a encontrar. Si el año que viene queréis hacemos otra cesta diferente. Saludos.
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