Crece silvestre esta gente, ni esclaviza ni está esclavizada. Juncos, juncias, anea, bayón y otros tipos similares que, por generalizar, llamo aquí 'juncos'. Es tiempo ahora de segar, secar y guardar algunos. Tampoco para eso exigen apenas, una hoz o algo por el estilo es suficiente cuando se trata de cortarlos porque, en algunos casos, como en el de los juncos de mar (
Juncus acutus) ni tan siquiera eso es necesario ya que se arrancan a mano. Y así, de mano en mano, de boca en boca es como se siguen pasando los conocimientos sobre su proceso de recolección, preparación y transformación en objetos; la escritura, siempre dispuesta a fijar las cosas, no se ha detenido mucho en esta cestería y ella, sigilosa, va pasando desapercibida sin que nadie la encierre en la cárcel de la tinta y el papel. Así que, para que no se enfade conmigo, me voy callando y sólo os añado ya unas imágenes de estos "tiempos de juncos". Una alegría, poder encontrarse todavía por el mundo con pandillas como ésta.
Juncos marinos
Preparándolos y secándolos
Cesta elaborada con juncos marinos
Juncias segadas
Secándolas
'Corchos' (hueveras) hechos con juncias