jueves, 3 de mayo de 2012

Costillas y celtas

Parece el menú de un restaurante en el que de postre te invitaran a fumar (en la calle, supongo) pero se trata del curso que tuvimos el fin de semana pasado en Valladolid organizado por CEARCAL. La intención era hacer dos cestas bien diferentes, una según la técnica de costillas y la otra, una bandeja de nudo celta, que tiene mucho que ver con la manera en que se hacen las cestas de lazos. Había ganas por parte de todos, alumnos y profe, eso hizo que las cosas fueran muy bien y que, hasta de los enredos mentales que ocasiona la bandejita de marras, salieramos salvos y contentos (pincha aquí para ver más fotos del curso).
A través de este Centro de Artesanía estoy teniendo la oportunidad de acercarme a alguna gente de Castilla interesada en cestería y confío en que encuentros como estos y los que otros realicen ayuden a que más personas se acerquen al oficio y puedan descubrir que detrás de un nombre, 'cestería', hay muchas cosas nombrables e innombrables (y no me estoy refiriendo a menús). Que la cestería no acaba en la fabricación de cestos es algo que los que andamos en ello damos por hecho pero que continuamente hay que hacer llegar a los demás. La técnica empleada en fabricar una cesta de costillas puede trasladarse a la construcción de una bóveda enorme; un nudo celta en mimbre puede ser un pendiente, o dejar el mimbre y hacerlo con un cable reciclado de teléfono, por ejemplo. En fin, no me voy a enrrollar con las infinitas posibilidades que ofrecen unos materiales, unas técnicas e incluso unos objetos que vistos y tomados sin encasillamientos ni prejuicios están más o menos al alcance de cualquiera y libres en gran medida del peso y esclavitud de los dineros. Ojalá que mucha gente pudiera encontrar en la cestería un recurso para ayudarse económicamente a sobrevivir (el mero hecho de hacerse algo ya significa no tener que comprarlo), es dificil, pero si descubrir, inventar y hacer cosas a partir de este oficio no suele dar dinero lo que si que hace es enriquecer, y eso no tiene precio.

No hay comentarios: