Tras Manel, vino Pedro, que no es ni fue cestero pero que a lo largo de su vida había arreglado muchos tejados de 'bordas', construcciones de alta montaña con techado de paja que servían como cuadras. Queríamos saber cómo se construían aquellas cubiertas hoy practicamente desaparecidas y Pedro fue un magnífico informante. Sobre un dibujo pintado en una servilleta nos fué detallando, paso a paso, cómo colocar las vigas, los tablones, cómo atar la paja, etc. El entusiamo se le fue despertando y se comprometió a echarnos una mano sobre el terreno en caso necesario. El 'daca' (del toma y daca) se llevó a cabo en el propio Museo de Esterri, donde acudieron un buen número de vecinos de la zona a participar en el curso sobre cestería pirenaica que allí les ofrecimos (Pincha en la foto de arriba si quieres ver más). Sorprendente ver a tanta gente joven y menos joven interesada en estas cosas . Lo que con nuestras manos habíamos ido recogiendo de los viejos cesteros ahora se lo pasábamos a las suyas.
Finalmente, propusimos a los alumnos un encuentro directo con un cestero del Valle de Arán, Antonio Leja, que desde hacía tiempo ya se había mostrado dispuesto a hacer una demostración sobre su 'arte'. Y allá nos fuimos el sábado unos cuantos y allá disfrutamos de ese encuentro y de las minuciosas enseñanzas de Antonio.
Finalmente, propusimos a los alumnos un encuentro directo con un cestero del Valle de Arán, Antonio Leja, que desde hacía tiempo ya se había mostrado dispuesto a hacer una demostración sobre su 'arte'. Y allá nos fuimos el sábado unos cuantos y allá disfrutamos de ese encuentro y de las minuciosas enseñanzas de Antonio.
4 comentarios:
Aiii!!! Que gustiño da vervos!Moito me gustas esos cestos tan fitiños.
MUAKIS.
Cristina.
La verdad que sí que da gusto veros, es curioso lo común que es la cara que nos queda a todos y todas cuando estamos concentrados en una pieza de cestería y además estamos disfrutando de su elaboración...pero sin duda donde la entrega es más evidente es en la primera foto ¡que peaso siesta! y que lujo de habitación de hotel de mil estrellas.
Yo quiero ser de esta ibérica asociación sólo por esa siesta maravillosa!! Has visto Carlos como al final tejeis sueños?
Ya me figuraba yo que lo que más iba a interesar de esta noticia a los amantes de la cestería como Cristina, Flor o Fátima, por ejemplo, era la primera foto, o sea, la siestaza. Parece ser que este tipo de imagenes hacen mucho bien al oficio y a la CIA, perdón, a la AIC (Asociación Ibérica de Cesteros)muy amiga de 'tejer sueños' en 'la posada de las estrellas'. Un beso, Gabriel, andes por donde andes.
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