El Dani es la leche (¡empezamos bien!). Un mago, vaya; de esos que antes abundaban en su pueblo (Baños de Montemayor. Cáceres), por ejemplo, y que 'transmutan' la materia 'bruta' (sin menospreciar, ¡eh!) en objetos con forma y uso.
Como un buen pastor, cuida de su rebaño de castaños durante la primavera y el verano enderezando a los tuertos, aliviando de su sufrir a los dolidos o librando a los buenos ejemplares de 'chupones' que entorpecerían su curso. Al final del invierno, cual Señora de la Guadaña pero con motosierra, tala la generación de árboles que ha llegado a su madurez y, a lomos de caballerías, entra en su pueblo la carga de la madera con la buena nueva de "habrá cestos este año".
Una vez 'curados' los troncos en las tinieblas de las bodegas, los envolverá con fuego en el horno para transformarlos en laminillas de madera finas como papel. ¡Agua para ellas! ¡Háganse flexibles, suaves, amorosas!, y, unas horas después de sumergidas, el milagro está hecho.
Entonces les impondrá las manos y, jugando con las tiras a ritmos y movimientos medidos como en un baile, hará, del bruto, cestitos de dos tapas, costureros, paneras, hueveras y una infinidad de objetos tan bonitos como útiles para sus prójimos.Un detalle más, gratuito, los pintará a hierro y fuego con extraños motivos.
En Baños ya sólo queda este 'alquimista' de la madera y, pese a la mágia que corre por esas manos forjadas en el oficio, la producción se le acumula con las malas ventas de este año. Muchos pasan con promesas y lamentos, el Dani masculla desengañao: "¡que yo ya me he muerto y se quién ma llorao!".
Corren malos tiempos para magos; cegados por fuegos fatuos, apenas hay ojos que vean, oidos que oigan o manos que toquen misterios tan palpables como este de la cestería.
Daniel Rodríguez
Cestería fina de castaño.
Baños de Montemayor (Cáceres)
Tfno: 690096451