Hace unos días nos dejó Miguel Angel Velasco, poeta y amigo. Vayan desde aquí estos versos, de quien tan poco creía en autores, a entrelazarse entre mimbres, cestos y cielos también. Hasta otra, Miguel Angel.
LAS NUBES
Yo no os había visto hasta aquel día,
iba bajo vosotras sin saberos,
decía acaso nube con descuido
o bien cogía una para un verso
como pañuelo claro en el andén
de la memoria; pero no os veía.
¿Qué haría mientras tanto; en qué comercio
oscuro me andaría con el sueño;
en qué mina de olvido, en qué caldera
apilaba el carbón de la desdicha;
por qué calles sin cielos vagaría
mirándome las puntas polvorientas
de los tristes zapatos, o con qué
visera amarga malogré mis ojos;
qué amor amargo los tenía presos
en espejos de sed, que no veía
las luminosas nubes?
Chozas del Orihuelo (Espiel)
Hace 7 meses
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