jueves, 22 de diciembre de 2011

MuseAndo

Visita al museíto del esparto en El Romeral (Toledo). A una hora de Madrid, plena Mancha. Llegas, detienes el coche en el pueblecillo, te bajas y... el museo está cerrado. "¡Pero si en la web ponía que hoy estaba abierto!" Guay, esto empieza bien. Preguntas por allí quién abre el museo. Un vecino te manda a otro, el otro no sabe nada, el que no sabe nada sabe, eso sí, quién puede saber, y ése que puede saber ha escuchado esa mañana que quien sabe de las llaves es 'Dori', que vive "ahí alante y tiene tendida la ropa en la puerta de su casa". Llamas, "¡Dori!", y resulta que sí, que ella tiene las llaves y que no ha abierto el museo porque hoy empezaban las vacaciones pero que ya que has venío desde Madrid pues te lo enseña. Dori deja la comida haciéndose y muy amablemente me acompaña. El Romeral tuvo una enorme tradición espartera hasta hace unas decenas de años. Las mujeres pasaban muchas horas haciendo pleita y los hombres cosiéndola para elaborar cantidad de piezas que después enviaban por toda España. Mezclada con esta gran producción corría otra para el uso de los propios vecinos y que muestra la aplicación del esparto a multitud de objetos cotidianos. Dori no puede darme demasiados datos 'técnicos' sobre todo esto porque por edad lo vivió de refilón y, aunque las piezas que alberga este interesante museo hablan por si mismas, echas de menos las voces de los que anduvieron en aquellas labores, sus recuerdos y sus conocimientos. ¡No pasa ná, hombre, no te pongas tan dramático, todavía hay abuelos por allí que te podrán contar cosas en otra visita! Seguro.
Y por aquello de los contrastes, te vas al Museo del Traje (Madrid) que tiene una exposición temporal, "The nature spirit", sobre arte textil contemporáneo japonés. Por supuesto, está abierto según su horario y todo muy correcto pero, oye, no sabes por qué pero como que a uno le gustaría tener que ir hablando con unos y otros para encontrar a la Dori del lugar.
La cestería es una manera de tejeduría (entendidas ambas en sus más amplios sentidos) y los límites entre las diferentes 'maneras' siempre han estado muy confusos. Así que, no es novedad que en las nuevas producciones artísticas, gente que procede de distintas disciplinas realice cosas difíciles de encuadrar en un campo. Y esta exposición es una buena muestra pues, algunas de sus delicadas piezas, se mueven en ese terreno 'indefinido' tan interesante. Fotos superiores: Tomadas en el museo. Pincha en la primera si quieres ver más.
Fotos inferiores: Viento (Circulo B-2011), de Joko Kataoka. Detalle de la pieza.


English version by Nacho Gil
MuseAndo (*)
(*) Museum going, searching, walking. Free construction with a play on words: Makes a verb, “musear”, from the noun “museo”, where its gerund ending in Spanish, “ando”, means also “I walk”.
Visit to the little museum of esparto grass, in El Romeral (Toledo). Just one hour from Madrid, right across La Mancha. You arrive, stop the car on a small village, get off and… the museum is closed. “But if in the web it said today was open!” Brilliant, this starts perfect. You ask down there for someone who opens the museum. One neighbour sends you to another, this one knows nothing, that who knows nothing knows, that’s for sure, who may know, and that one who may know, has heard that morning that who knows of the keys is Dori, who lives “right ahead and has the washing hanging out in her house door”. You call her: “Dori!”, and it comes that it was true, that she has the keys but didn’t open the museum because the holidays started today, but once you´ve come from Madrid, she’ll show it to you. Dori leaves cooking the food, and very kindly comes with me. El Romeral had a great esparto grass tradition until some tens of years. Women spent many hours making “pleita” (a special kind of plait) and men sewing it to produce lots of pieces that afterwards were sent all over Spain. Together with this big production ran another for the own neighbour’s use and which shows the esparto grass application to a great deal of every day objects. Dori can’t give me too many ‘technical’ data about all this because due to her age she lived it only sideways and, though the pieces contained by this interesting museum speak for themselves, one misses the voices of those who were engaged in those works, their memories and their knowledge. It’s alright, man, don’t be so dramatic, still there are grandparents down there for telling you things on another visit! Sure they will. And looking for contrasts, one decides to go to the Dress Museum (Madrid), which shows a temporary exhibition, "The nature spirit", about Japanese contemporary textile art. Of course, it’s open in accordance to the visiting hour and everything is very correct but, listen, I don’t know why but it’s like somehow one would like better to have to go talking with one another to find the Dori’s of the place.
Basketwork is a way o weaving (both of them understood in their widest sense) and the limits among the different ‘ways’ have been always very confused. So it is no news that in new artistic productions, people who come from different disciplines make things which are difficult to be classified in a specific field. And this exhibition is a good example of it because, some of its delicate pieces, move in this so interesting ‘undefined’ ground.

Upper pictures: Taken at the museum. More pictures clicking the one at the top.
Pictures bellow: Wind(Circulo B-2011), by Joko Kataoka. Detail of piece.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Cieszyn, Durango

Los amigos de la Asociación Serfenta, en Ciescyn (Polonia), fueron nuestros anfitriones en la reunión preparatoria del proyecto Grundtvig que, junto a otras de Dinamarca, Reino Unido, Italia y Bulgaria, los de la Asociación Ibérica de Cesteros presentaremos el año que viene a la CEE. La intención es realizar cursos e investigaciones en nuestros respectivos países a lo largo de los dos años que dura el proyecto y acordar reuniones periódicas en cada uno de ellos a fin de compartir conocimientos y promover experiencias conjuntas entre todos. Serfenta, por ejemplo, desde su fundación en 2006 ha realizado, entre otras muchas cosas, un trabajo fenomenal de investigación sobre cestería tradicional de Polonia reflejado en parte en el muy recomendable libro Plecionkarskim szlakiem Wisty (impronunciable, ¿no?) que además se acompaña de un dvd y unas fotos magníficas. Y de Ciescyn a Durango (Vicaya) donde visité a 'Juanito' Unzueta, gran cestero que a sus ochenta y muchos años conserva una vitalidad impresionante. Escuchándole y observándole, uno tiene la impresión de estar ante alguien que lleva el oficio en las venas y que éstas revientan de riqueza. Sin miedo a emprender cualquier faena cestera, desde el más sencillo de los cestos hasta techos, Juanito ha trabajado toda la vida el castaño en el taller y casa que heredó de su padre y que ahora, el maldito 'progreso', parece estar dispuesto a demoler en su apoteosis devastadora de casas, campos, pueblos, ciudades, etc. Pero sobre todo esto ya seguiremos hablando porque, si algo quedó claro en aquella visita de una tarde, es que tengo que volver pronto y con más tiempoFotos: Superior, Maria Smaciarz, cestera polaca. Autora: Paulina Adamska-Malesza.
Centro, techo en castaño realizado por Juanito Unzueta en su casa.
Inferior, un rincón de su taller.

lunes, 28 de noviembre de 2011

A6

El chabolo de la A6 junto al que me gusta detenerme a estirar las piernas en el viaje Madrid-Lugo, el otro día tenía sorpresa. A la impresionante desolación del lugar y la construcción, un cesto que por allí habían dejado le ponía una nota cálida, casi 'hogareña'. A veces un buen contraste nos ayuda a descubrir la 'memoria' que, en un objeto como éste, han ido escribiendo tantos siglos.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

y cortezas de otoño.

El viento arrastraba hasta nosotros hojas de los árboles del parque, así que sólo fué cuestión de amontonarlas bajo las farolas y prender algunas entre el tejido de cortezas con que las habíamos vestido. Más tarde, imitando tal vez a aquéllos, ellas también empezaron a dejar caer algunas de sus hojas y abandonar al viento las que se acumulaban a sus piés. Por un rato fueron árboles en otoño y eso tal vez les haya gustado. (Pincha en la foto si quieres ver más)
En la edición de este año de Reciclamadrid se celebraba también el "Año intenacional de los bosques" y, aunque uno no es amigo de esas 'declaraciones' aproveché para incorporar en la instalación un material que responde a las dos cosas: deshecho y bosque. Resulta que las cortezas de castaño que empleé me las regala un amigo cestero que no las utiliza más que para encender el fuego. Recrear un bosquecillo de farolas-árboles con toques cesteriles fué el impulso y el resultado el que podeis ver en las fotos.
Reciclamadrid continúa hasta el domingo 20 con sus diferentes exposiciones y talleres de fin de semana en los que se puede participar. Tambíen las farolas-árboladas estarán por allí, e incluso puede que hasta después de navidades ya que parece ser que han gustado mucho a los responsables de la institución y hay una propuesta de conservarlas hasta entonces. En cualquier caso, os animo a los que vaya bien y apetezca a pasaros por Cosmo Caixa y visitar las interesantes exposiciones de diferentes artesanos que allí ha reunido Susana Aparicio a quien hay que agradecer el cariño y buen criterio que ha puesto en todo esto.
ÚLTIMAS NOTICIAS: La propuesta ha sido admitida y la instalación permanecerá en la entrada de Cosmo Caixa hasta después de navidades.

domingo, 13 de noviembre de 2011

viernes, 11 de noviembre de 2011

sábado, 5 de noviembre de 2011

Reciclamadrid

Entre el 8 y el 20 se celebra en el Cosmo Caixa de Madrid la tercera edición de este Salón expositivo sobre reciclaje, arte y sostenibilidad.
Si quieres más información pincha en el cartel.Por si a alguien le interesa, entre el 11 y el 13 estaré realizando en el exterior del edificio un trabajo con fibras vegetales. Además de eso, entre el 8 y el 20 participaré con lo siguiente:
-Exposición de parte de mi colección de cestería realizada con materiales de deshecho.
-Proyección de un vídeo sobre cestería tradicional.
-Proyección de un video sobre el proyecto "Between Sea and Sky", celebrado en Dinamarca.
-Proyección de fotografías sobre cesteros y cestería.
Finalmente, el día 15 por la mañana participaré con una charla sobre cestería y reciclaje en el III Encuentro de agentes implicados con el medio ambiente y sostenibilidad. Año internacional de los bosques.
Pues si alguien se aníma por allí nos veremos.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Proyecto europeo

La Asociación Ibérica de Cesteros hemos sido invitados a participar en un proyecto europeo de investigación cestera en el que están incluídas otras asociaciones e instituciones de Polonia, Islas Shetland, Dinamarca, Bulgaria e Italia. Entre el 30 de noviembre y el 2 de diciembre, los grupos invitados nos reuniremos en Polonia para elaborar el proyecto que presentaremos a fin de solicitar un Programa de Aprendizaje Permanente Grundtvig. La idea es la de que cada grupo desarrolle en determinado/s ambito/s de su país, los programas de investigación, aprendizaje y desarrollo que considere necesarios a lo largo de dos años. A fin de intercambiar conocimientos, experiencias, información, etc., entre los distintos grupos participantes, se celebrarán reuniones periódicas organizadas en cada uno de los países. Confíamos en que el proyecto sea aprobado, sería una de esas poquísimas ocasiones en que un trabajo de investigación cestera es financiado por alguna institución.
¿Qué tal incluir en esa investigación las diferentes técnicas de fabricación de sombrillas elaboradas con fibras vegetales....y su uso?

viernes, 14 de octubre de 2011

Saranda-Salt-Salás

No es ningún saludo árabe, son las tres ultimas noticias.
Armado de cordel y juncos -y libre de denuncias- me presenté en casa de Manuel dispuesto a poner manos a la obra. Pero resultó que el hombre me guardaba una sorpresa: no era yo quien iba a empezar con la saranda, como habíamos quedado, sino que sin más preambulo fué él quien comenzó a preparar los juncos. "Esto no lo he hecho nunca por nadie. Ni por mis hijas. Pero a ti te la voy a empezar...no sé por qué", me dice mientras con gran dificultad consigue sentarse en el suelo y comenzar a trabajar. 'Touché', te quedas sin palabras y casi que haciendo pucheritos. Enfin, manos pues a las cámaras y a grabar. Mientras trabaja cuenta, entre otras cosas, la historia de la saranda que, resumida, aquí os va: "Estas sarandas las inventó mi suegro. Mi suegra vendía el pescado por las huertas y le hizo una para llevarlo desde el puerto. Después empezaron a pedirle otras las compañeras y así siguó la cosa hasta que mi suegro murió. Pero antes de morir dejó una saranda empezada y un día me puse a intentar continuarla. Yo no había hecho nunca ninguna aunque muchas veces le había visto hacerlas. Me costó pero lo conseguí. Las primeras me salían muy mal pero luego ya fue mejor. Hace cinco años que no hago ninguna y como nadie sabe hacerlas ya no hay". Curioso esto de conocer la 'historia de una pieza', y nada habitual. Contando las vueltas que da la vida daba vueltas Manuel tejiendo la saranda y al llegar a la altura en que se encontró la que dejó su suegro se detuvo: "Así, con dos vueltas sólo, dejó mi suegro la que yo seguí y así te dejo yo ésta para que la sigas tu", me suelta sin más explicaciones y dándome la mano para que le ayude a levantarse. Prometido, la terminaré y se la llevaré; me dijo que eso le daría mucha alegría y a mi no me hace falta ninguna otra razón.
Salt (Gerona) es, para la cosa cestera, la feria más importante e interesante de cestería del estado. Lleva un montón de ediciones (no recuerdo cuántas) y, aunque esta vez ya no llegais a tiempo, a los que no hayais ido os recomiendo que no os la perdais el año que viene (siempre el primer finde de octubre). Es más que una feria, es un lugar de encuentro entre cesteros y aficionados de toda Europa y para muchos de los que van eso es más importante que las ventas que se pueden hacer (que tampoco son tontería). Y no hay miedo de que cada año sea lo mismo, algo que suele ocurrir en muchas ferias, pues, aunque hay gente que repite, también la hay nueva, o con nuevas cosas. Una alegría fue ver por allí a los amigos de ACEGA (Asociación Cesteira Galega) tan risueños y con tántas cestas. Este año, la exposición se centraba en la cestería alemana, especialmente en la más innovadora y la verdad es que pudimos ver piezas tan interesantes como las de las fotos (pincha en la de arriba). Y acabado Salt, Salás. Un grupo de amigos fuimos invitados al caserón de Carles Alcoy (vicepresi de la Asociación Ibérica de Cesteros. ¡Gracias Carles!) en el prepirineo con la intención de hacer un curso de introducción al palmito. Estaba especialmente pensado para cesteros extranjeros (desconocedores de estas técnicas) pero algunos nos colamos con la intención de pasárnoslo chachi, es decir, de repasar conocimientos. El 'maestro' Antonio Rodríguez lo impartió y entre risas, comilonas y baños en el pantano, los demás hicímos de alumnos.
Cualquiera que se acerque un poco en profundidad a la cestería de la Península, cae en la cuenta de su riqueza. La gran variedad de materiales ha permitido la práctica y fabricación de un montonazo de técnicas y objetos diferentes. Es una alegría que, poco a poco, los compañeros de dentro y fuera de este país vayan descubriéndolo pues pienso que eso enriquece a todos y al oficio. Pero, sin olvidar los esfuerzos y cariño de algunos en enseñar y transmitir, también lamento que actualmente no haya ninguna escuela en la que se pueda aprender, compartir y sobre todo profundizar en todas esas técnicas.

English version by Nacho Gil
Saranda (1)-Salt-Salás
This is not an Arabic greeting, but the last three news.
I showed up at Manuel’s house armed with a rope and rushes –and free of allegations- ready to get down to work. But it turned out that the man kept a surprise to me: It was not me who was going to start with the ‘saranda’, as we had agreed, but it was him who began to prepare the rushes without further ado. “I have never done this for anybody, neither for my daughters. But I will begin it for you… don’t know why”, he says to me while he manages with great difficulty to sit on the floor and start to work. ‘Touche’, one run out of words and almost pouting. Anyway, hands then to the cameras and let’s go recording.
While working tells me, among other things, the history of the ‘saranda’ which, briefly, here goes for you: “these ‘sarandas’ were invented by my father-in-law. My mother-in law sold fish by the orchards and he made one to her for she carries it from the seaport. After that, her workmates began to ask him for others and the thing went this way until my father-in-law died. But before he died he left a ‘saranda’ started and one day I got to try to continue it. I had never made any, though many times had seen him making them. I had trouble but I did it. The first ones came out very badly, but later it was better. I don’t make any since 5 years ago and because nobody knows to make them, already there isn’t any”. It is curious this of knowing the ‘history of an object’, and nothing usual. Counting the turns of life, Manuel was turning the ‘saranda’ weaving it, and when he reached the point at which he had found what was left by his father-in-law, he stopped: “Like this, with only two laps, my father-in-law let the one I continued, and so I let you this one to go on with it”. He tells me without further explanations and giving me his hand for helping him to get up. Promised, I’ll finish it and will bring it to him; he said to me this would give him a lot of joy, and I don’t need any other reason.
Salt (Gerona) is, for the basketry matter, the most important and interesting basketry fair in the Spanish State. A lot of series have taken place (I can not remember how many) and, though for this occasion you don’t arrive on time, I recommend to those of you who never went not miss it next year (it’s always on the first weekend of October). It is more than a fair, it is a meeting place for basketmakers and amateurs from all over Europe and for many of those who go this is more important than the sales that may be done (which neither are nonsense). And there is no fear that every year be the same as the others, something that usually happens in many fairs, although there are people who repeat, also come new ones, or with new things. I was happy of seeing up there the friends from the ACEGA (Asociación Cesteira Galega-Galician Basketry Association) so cheerful and with so many baskets. This year, the exhibition was focused on German Basketry, especially on the most innovative and the truth is that we could see pieces as interesting as showed in the pictures (click on the one above).
And Salt finished, came Salás. A group of friends were invited to the big house2 of Carles Alcoy (vice president of the Iberian Association of Basketry. Thanks Carles!), in the Pre-Pyrenees with the idea of making an introductory course to the palm (3). It was especially designed for foreign basketmakers (unfamiliar with these techniques) but some of us got into it with the intention to enjoy ourselves, that is to say, to review our knowledge. The ‘teacher’ Antonio Rodriguez gave the course, and between laughter, big meals and baths in the reservoir, the rest of us made of students.
Anyone who gets close a little in depth into the basketry of the Iberian Peninsula realizes its wealth. The great diversity of materials has allowed the practice and manufacturing of a whole lot of techniques and different objects.
It is a joy that, little by little, mates from inside and outside this country are discovering it, since I think that enriches to everyone and the craftsmanship. But, without forgetting the efforts and kindness of some to teach and transmit, also I regret that nowadays there aren’t any schools where it be able to learn, share and over all to deepen in all these techniques.
(1) In Spanish also: ‘zaranda’ or ‘criba’. In English, ‘sieve’, ‘sifter’ or ‘mesh’. In this case it would be a kind of strainer with a broad mesh made of rushes.
(2) In this case also a kind of traditional house from the Catalan Pyrenees.
(3) (Chamaerops humilis) European fan Palm or Mediterranean dwarf Palm.

lunes, 26 de septiembre de 2011

Vuelta a la saranda

Lo había intentado varias veces en otras estancias en Guardamar: localizar a Manuel 'el coxo', el último pescador, según me habían contado, que hacía las sarandas . Imposible. Esta vez, nada más llegar volví a la carga y.. ¡premio!, encontré a Manuel en su casa y me la abrió de par en par. A la entrada, colgada de una pared, una magnífica saranda sin estrenar me mantenía como 'estrábico', con un ojo mirando al Sr. y con el otro pendiente de ella. “Ya no hago sarandas”, me contó, porque “no puedo sentarme en el suelo, y para hacerlas hay que sentarse en él”. Intento convencerle varias veces pero es evidente que no puede. Me hubiera encantado grabarle haciendo una y recoger así su forma de trabajar y todo lo que al paso fuese contando, pero...
“Pues si el no puede, quizás yo sí” pensé, así que le propuse que me enseñase. Tampoco por ahí parecía fácil conseguir nada porque, según me contó, ya otros lo habían intentado -incluso sus hijas- y lo habían dejado por imposible. Pero insistí, insistí un montón (sin ponerme pesao, eh!) y al final, con buen humor y cariño, le convencí. “Lo primero, tienes que ir a arrancar los juncos a las salinas de La Mata”, me dijo. “¡Pero si las salinas son zona protegida y no se puede!”, contesté. “¡Bah!, si viene el guarda le dices que son para mi y ya está”. Y lo segundo, que debía de hacerme con un cordel especial que utilizan los pescadores para remendar redes del que me dio una muestra. La entrevista iba finalizando cuando, de un pronto, el Sr. Manuel me suelta que si me interesa la saranda (se ve que se había percatado de mi sufrido ojo) que me la vende: “Me daban 600 € y no la vendí”, (me suena a que me va a pedir una pasta y respiro hondo) “pero mira, la verdad es que no necesito el dinero y tu me has caído bien, así que te la vendo por 100”. (“¿Cooómo?”, me digo a mi mismo, ¡eso es un regalo!). “¿Cooómo?”, suelta su hija que le ha oído desde la cocina, “Papá, como mínimo 200, que eso lleva muchísimo trabajo”. Rifi-rafe entre padre e hija que soluciono salomónicamente con un “ni pa uno, ni pa otro, 150 y todos contentos”. Y todos contentos.
En fin, que más feliz que unas pascuas me despido hasta otro día, avisado por el Sr. Manuel de que no diga a nadie nada de la venta y pensando que si me ven por Guardamar con la saranda me van a colgar porque son muchos (restaurantes, pescadoras, amigos y conocidos de Manuel, etc.) los que andan a la 'busca y captura' de una y al final, la última que quedaba, se la lleva este ¡'foraster'! La escondo como puedo y con nocturnidad y alevosía la guardo en casa.
La cosa es que al día siguiente me encuentro 'delinquiendo', es decir, arrancando los juncos y cruzando los dedos porque no aparezca el guarda y me ponga una multa por, en el fondo, intentar recuperar una tradición de la zona. Bueno, eso tampoco sería una novedad, ya en otra ocasión y por motivos semejantes me querían llevar a la policía (algunos lo recordaréis). Hubo suerte...y espero que también la haya cuando vaya a comprar el cordel que me dijo el Sr. Manuel, pues en una tienda que pregunté me dijeron que “andar con ese hilo era peor que traficar con drogas”. Confío en no acabar entre rejas por intentar aprender a hacer sarandas.
English version by Nacho Gil
Back to the saranda (1)
I had tried it several times in other houses of Guardamar: Find Manuel ‘the coix (2)’, last fisherman, as they had told me, who made ‘sarandas’. Impossible. This time, just after arriving, I went back to the charge and… The prize!, I found Manuel in his house and he opened it wide. At the entrance, hanging on a wall, a magnificent ‘saranda’ not yet used, kept me as ‘the squint’, with an eye to Mr. and the other on her (3).
“I don’t make anymore sarandas”, he told me, because “I can’t sit myself on the floor, and for making them, one has to sit on it”. I try to convince him several times but it is clear that he can’t. I would have loved to record him making one and gather thus how he works as everything that would be told by the way, but…
”If he can’t then, maybe I would”, I thought, so I suggested him to teach me. Neither in this way seemed easy to reach anything because, as he told me, others had already tried it -even his own daughters-, and they had given it up as impossible. But I insisted, I insisted a lot (though not getting annoying, eh!) and at the end, full of humor and affection, I persuaded him. “First, you must go to rip out rushes at the salt marshes of La Mata”, he said. “But if the salt marshes are nature reserve and it’s not allowed to do it!” I answer. “Bah! If the guard comes, tell him they’re for me and that’s it”. And second was, that I had to achieve a special rope used by fishermen to mend networks, from which he gave me a sample. The interview was coming into an end when, all of a sudden, Mr. Manuel let out that if I’m interested for the sieve (it’s clear that he had noticed my suffered eye), that he sells it me: “They gave me 600 € and I didn’t sell it”, (it sounds to me that he’s going to ask me for a big dough (4) and I take a deep breath) “but look, the truth is that I don’t need the money and I’ve liked you, so I sell it to you for 100”. (“what?!!”, I ask to myself, that’s a gift!). “What?!!”, let it out her daughter who has listened from the kitchen, “Dad, at least 200, that brings a lot of work”. A riff raff between father and daughter which I resolve in solomonic way with a “neither for one nor for the other (5), 150 and all of us happy”.
Anyway, happy as a clam I say goodbye until the next day, warned by Mr. Manuel that I shouldn’t say a word to anybody about the selling and thinking I’m going to be hanged if they see me with the ‘saranda’ by Guardamar, because they are many (restaurants, fishermen, friends and acknowledges of Manuel, etc.) those who go in ‘search and capture’ of one, and finally, this ’foraster’ (6)! brings with him the last one. I hide it as I can, and put it away at home with premeditation and nocturnality.
The thing is that next day I find myself committing a crime, I mean, pull up rushes and crossing my fingers for the guard does not show up and fining me for, in the end, try to recover a tradition from that place. Well, that wouldn’t be either a new thing, as yet in other occasion and for similar motives they wanted to bring me to the police (some of you may remember it). There was luck then… as I hope there will be also when I go to buy the special rope that Mr. Manuel said to me, because in a store where I asked for it, they told me that “walking down with that thread was worse than drug traffic”. I hope not to end up in jail for trying to learn how to make ‘sarandas’.
(1)In Spanish also: ‘zaranda’ or ‘criba’. In English, ‘sieve’, ‘sifter’ or ‘mesh’. In this case it would be a kind of strainer with a broad mesh made of reeds.
(2)A Catalan word. In Spanish: ‘cojo’, ‘lame’ or ‘lame’ person in English.
(3)There could be here a play on words and meanings, since the sieve (saranda) in Spanish has a feminine gender: ‘la saranda’.
(4)“una pasta”, in this context: ‘too much money’. Translation of: “ni pa uno, ni pa otro”, slang or informal speech.
(5)Popular expression, overall in Andalusia, where it is very common saying: ‘pa’ instead of ‘para’.
(6)Transcription of a term used in local oral speech. Contraction derivative from the word ‘forastero’, in English: ‘outsider’.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Nowy Tomysl, Constanze, Michelau

Pues nos montamos en la furgo y nos las piramos a Nowy ... (qué nombre tan difícil), en Polonia. Joan Farré y el que escribe habiamos sido invitados a participar en el macro festival cestero que hacen allí cada dos años y, sin pensarlo mucho, aceptamos. Dos mil kilometros de carreteras son muchos para hacer en dos días así que llegamos un poco reventaos. Nowy tiene las calles repletas de piezas cesteras: maceteros, fachadas de los comercios,...y se precia de tener el mayor cesto del mundo, que está enclavado en un parque del centro de la villa. En el festival, muchísima gente y cesteros de un montón de países, especialmente del este europeo aunque también los había de bastante más al sur. Muy interesante contactar con ellos y conocer de cerca sus técnicas, cestos y formas de trabajo. El mimbre es por esas tierras el rey, aunque como siempre, hay 'insurgentes', en este caso del tipo de los juncos, la paja o la madera rajada.
Joan llevaba piezas para vender; bueno, vender es un decir, porque los precios de la cestería de aquellos lares son tan bajos que no hay nada que hacer. Vista la actitud del público nos dieron ganas de poner un cartel en el stand con el slogan: PRECIOS DE RISA, y es que no os podéis figurar lo que se reía la gente cuando les decíamos lo que valían los cestos.
Además de eso, los dos íbamos a participar en el certamen realizando las piezas a concurso 'in situ'. ¡Cuántos cesteros trabajando a la vez! A veces abrumaba un poco y uno hubiera deseado tener más tiempo para detenerse tranquilamente con los compañeros.
No esperábamos premios (al menos yo) pero mira tú por dónde a los dos nos cayeron cosas: segundo premio en la modalidad artística a Joan por estos magníficos cestos 'espiraos',y dos pa´l menda: un tercero en modalidad cestos y el especial del Ministerio polaco de Agricultura, por el hórreo con que concursé.
A la vuelta nos detuvimos un par de días en Berlín. Cerca del hotel donde dormimos había un viejo cementerio del 'Berlín este', tenía un aire especial, como antiguo. Un paseíto por él y una sorpresa: al fondo de un un recodo atisvo una cruz de mimbre: allá que voy, ¿dónde me llevará esta vez la cestería? Al llegar me encuentro una parcelita presidida por la cruz y una escultura con un nombre y una fecha: Constanze Uhrig. 1980 - 2002 (1). Hay también un árbol del que cuelgan corazoncitos de madera con nombres (¿de amigos?) y bolas de mimbre. Un seto rodea un montón de flores muy cuidaditas y un banco. El lugar empieza a atraparte, parece como si ahora 'el recodo' fuera el resto del cementerio, y esta parcelita el gran mundo. Como pidiendo permiso entro a sentarme en el banco y ahí, en el suelo y mirándote, descubro la foto enmarcada con la carita de una preciosa joven que sonríe. De pronto algo en uno se rompe y deja salir un amor desaforado que no entiende de vida y muerte; te abrazas a Constanze imposiblemente, de la misma manera que a este rinconcito tan inmenso y a quien lo haya creado.
En Michelau está el Deutsches Korbmuseum (Museo alemán de la cestería) y, como nos pilla casi de paso, nos acercamos a visitarlo. Cerca (en Lichtenfels) están también la Escuela Estatal de Cestería de Alemania y el Centro de Innovación que trabaja mucho en líneas provenientes de las técnicas y materiales cesteros. El museo está ubicado en un caserón muy bonito y dispone de una colección de cestería del mundo muy grande e interesante, harían falta varios días para verla detenidamente. Una buena parte de la colección está dedicada a la cestería alemana y en especial a la que se desarrolló aquí a partir de finales del siglo XVIII, una cestería que destaca por el finísimo uso de la tireta de mimbre y la elaboración de piezas que podríamos denominar 'de lujo', perfectamente realizadas y que te asoman a un mundo cestero de impresionante minuciosidad. Muy recomendable visita. Como también lo fué acercarse al Centro de Innovación, donde muy atentamente nos enseñaron los prototipos en que han venido y vienen trabajando, algunos de ellos, como decía, muy inspirados en la cestería. Asombra ver el cuidado y respeto que profesan aquí al oficio y contrasta con la absoluta dejadez e/o ignorancia con que, mayoritariamente, se le trata por estas tierras en que nos toca vivir.
(1) Site que aparecía en una tarjeta a los pies de la foto de Constanze. 'Traducida' por google.

sábado, 20 de agosto de 2011

Senallas

Ciego amor, amor traidor,
no sabe querer
más que personillas,
máscaras de papel;
y las pobres cosas
por los desvanes del desdén
se mueren de falta
de amor y fe.

Así canta el coro de Rey de una hora (drama de Agustín Gcía. Calvo) la cegera del amor hacia las cosas. Y como otra más, las senallas, esas capachas de palmito que, en Mallorca particularmente, acompañan la vida cotidiana de la gente sin que apenas se les preste atención. Han sobrevivido al derrumbe de la cestería buena, a la imposición de la mala y continúan columpiandose de nuestros hombros, manos o bicis tan útil y desapercibidamente como siempre.

Y sin embargo
lo cierto es
que cuando el amor se apague,
cuando avance por tus huesos
la vejez,
no será ni él ni ella
quien te siga fiel,
sino acaso algunas cosas
que su pobre amor te den.


Continúa el coro cantando, y no sé si me estaré haciendo viejo o será deformación profesional pero el caso es que un día empiezas a fijarte en las senallas y a tomarles cariño: calladitas pero diciendo tánto, con esa belleza tan simple, siempre dispuestas a acoger lo que les echemos sin pedir esplicaciones ni reclamar nada para si, fiel compañera de todos y de ninguno en especial.

Y cuando una muerte quiera
tus párpados vencer,
lo último que veas
-piénsalo bien-
no será una cara
ni de ella ni de él,
sino en las cortinas rojas
polvo y luz arder,
sino sobre la mesilla
en un vaso
un clavel.


O una senalla sobre un perchero, quién sabe. Seguramente eso sea lo de menos.
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viernes, 12 de agosto de 2011

Las madonas de Capdepera

Huele a caricia esta luz ténue y cálida que ilumina el taller. Las hojitas de palmito relucen blancas entre las manos de las madonas: aquí se trenzan en llata (pleita), allá se hacen asa o cosen, al fondo descansan en senalla (capacha). ¡Qué gustazo entrar en este lugar y unirse al grupo! El calendario dice que hace un año desde mi última visita pero, perdido en el corro como otra más, no hay calendario que valga, aquí seguimos como si nada.Capdepera es una villa al este de Mallorca con una gran tradición en la cestería de palmito. Hasta hace unas decenas de años casi todo el mundo en Capdepera , y especialmente las mujeres, se dedicaban a fabricar una innumerable cantidad de objetos cesteros que después eran exportados a la Peninsula y más allá. Como todo lo que tiene que ver con la cestería, aquello empezó a decaer hasta llegar casi desaparecer. El vertigo de esa caída animó hace unos años a Mateu Melís (entonces concejal de cultura del ayuntamiento) y otros amigos a recoger y recuperar todo lo que se pudiera antes de que fuera demasiado tarde. Se realizaron entonces un montón de acertadas acciones entre las que hoy destaco la de volver a reunir a un grupo de mujeres mayores para que continuaran cesteando y pudieran enseñar a quien lo desesara. Pese a los sucesivos avatares, seis años después el grupo continúa reuniendose y reviviendo el placer de trabajar palmito. No faltan los pedidos y, diseñadores de diferentes partes del mundo, vienen aquí a encargar trabajos que dificilmente les harían en otro lugar con tánta destreza y calidad. Alegran cosas así.Las madonas se reunen habitualmente en el garage de Catalina Ferrer, una de ellas, y aunque todas conocen perfectamente las diferentes tareas que trae consigo esta cestería, a la hora de faenar juntas cada cual realiza una labor diferente.El corro es el eje y ya metido en él, a veces uno se sorprende embobado siguiendo las diferentes danzas que, en las manos de estas maestras, el palmito va ejecutando ajeno -o marcando el ritmo, ¿quién sabe?- al bailoteo de voces que acá y allá surgen, se apagan o guardan silencio.

viernes, 29 de julio de 2011

Casa de las cestas. Cestas sin casa.

Hace unos días visité 'A casa das cestas', una casa de turismo rural que tiene mi amiga Belén en A Nagaza, una aldeita en plenísima montaña cerca de Trives (Ourense). Muy recomendable para amantes de cestos y público en general. Belén, también cestera, tiene allí expuesta una pequeña colección de cestos que ella misma ha ido realizando en muchos casos. Entre la exposición encontré uno que me llamó especialmente la atención, una vieja cesta da calceta o de fiar (así se las denomina en Galicia); una cestita en que las mujeres, cuando iban a pastorear las vacas al monte, llevaban lo necesario para hacer unos calcetines o hilar lino, por ejemplo. La cestita tenía ese gustoso sabor que el paso del tiempo y uso va dejando en la madera, parecía contar historias de esas que, sin haber vivido directamente uno, al escucharlas se le hacen como propias. Y una de esas 'historias' me la recreó un detalle, el remate del asa: un 'lacito' en que se sentía vibrar el buen temple del cestero que lo hizo; me parecio -y parece, cada vez que lo veo- tan delicado como rotundo (perdón por el palabro, pero en este momento no me viene uno mejor), la firma de un trabajo bien hecho y el regusto que da a quien lo hace y a quien se fija en ello. También este que escribe lleva tiempo recogiendo, acogiendo y acarreando en su nomadeo por distintas viviendas un montonazo de cestas, cestos y demás cosas cesteriles que aumentan día a día. No es, desde luego, una coleccíon porque no me gusta eso de 'coleccionar', podría decirse que son 'historias' escritas en objetos cesteros y que en grupo vienen a contar retazos de lo que ha sido y es buena parte de la cestería (entendida en un amplio concepto) española. Las historias, si son interesantes, no ocupan lugar, al contrario, cuando se las escucha suelen liberarle a uno del propio, pero los objetos sí que lo hacen y yo, de mudanza, ya no lo tengo por lo que han tenido que quedar guardados en cajas de cartón y en silencio. Así que desde aquí lanzo una llamada para que, si alguien tiene noticia de algún lugar donde se pudieran exponer al público dignamente, pues que me lo haga saber y estudiarlo. En España no hay ningún museo o cosa parecida (que yo sepa) especializado en cestería y tal vez esto podría ser un inicio serio de ello. Bueno, pues ahí queda dicho por si acaso.

viernes, 8 de julio de 2011

Black metal

No tenía ni idea de lo que era eso del black metal hasta que Carlos Díez me lo contó: gente de los países nórdicos aderezados de pinchos, maquilladísimos, tocando músicas 'infernales' y vivíendo en bosques. Según cuenta la leyenda parece que acabaron quemando iglesias y matándose entre ellos. La cosa es que, cuando me reuní con Carlos en Madrid para preparar nuestro taller conjunto en ESDEMGA (ver gadget en la columna de la derecha), me propuso utilizar la estética y modus vivendi de esta gente (o al menos lo que sabíamos y el libro de fotos de Peter Beste mostraba) como eje de trabajo con los alumnos. El shock que podía producirnos a todos, alumnos y profes, relacionar algo en principio tan alejado del rollo metal (y particularmente del black) como es la cestería, parecía interesante, tanto por ver qué sucedía como por romper con el cliché que, probablemente, un grupo de jovenes estudiantes de diseño y bellas artes tendrían acerca de aquél viejo oficio.
Y, efectivamente, cuando lo expusimos se quedaron perplejos. La propuesta fue realizar en primer lugar una gran construcción en mimbre entre todos, y después, una pieza personal cada uno. Esas, junto a las fotos del libro que mencioné, fueron las únicas premisas y orientaciones que ofrecimos. Tras un rato de colapso, comenzaron a fluir los dibujos, las ocurrencias y finalmente, de común acuerdo nos decidimos por realizar un pequeño bosque construído con mimbre. Nada de tejer o trenzar: bridas negras a mogollón y bien puntiagudas era lo único que, con el poco tiempo de que disponíamos, nos peremitiría fabricar los árboles siguiendo una sencilla técnica que conjugaba cestería y pinchos black metal . En un día los preparamos y los emboscamos, uniendo sus copas a fin de asegurarlos y conseguir de paso una especie de abovedado que podría recordar al de una catedral.Después vinieron las piezas personales y el uso masivo de basura, perdón, materiales reciclados. Aquí ya no hubo necesidad de dar orientaciones pues la gente se puso frenéticamente a producirlas entre risas y con la imaginación desbordada.Al final del curso tocó la presentación. Nuestra perversa idea (como os podreis figurar, ya plenamente absorvidos por el black metal) era la de rociar el bosque con gasolina y prenderle fuego a modo de performance, pero.... bueno, nos desanimaron. Nos limitamos entonces a vestirnos de negro, maquillarnos rápidamente las caras y saludar al publico con el famoso gestito de las tribus metaleras.Ya en la calle, reflexionabamos Carlos y yo al fresco de sendas cervecitas, que a veces, en talleres breves dirigidos a este tipo de estudiantes, puede que, más interesante que malaprender una técnica artesana o una línea de diseño, sea 'desaprender' alguno de los estereotipos que acerca de cualquiera de esas materias solemos traer.
Foto superior de Peter Beste. Pincha aquí si quieres ver otras del curso. More pictures clicking here.

miércoles, 29 de junio de 2011

Between Sea and Sky, Denmark 2011

Me envía Jan Johansen este precioso video que han montado sobre la exposición en Dinamarca de la que ya os he hablado. Aquí os lo cuelgo por si a alguien le apetece verlo y escucharlo.

jueves, 23 de junio de 2011

De vuelta a los Pirineos

Nueva acción de la Asociación Ibérica de Cesteros en el Pirineo de Lérida. Otra vez, el 'comando' formado por Josep Mercader, Joan Farré y el que escribe, se internó en algunos de los más profundos valles de aquellos montañones en un toma y daca cestero auspiciado por el Ecomuseo de Esterri. El 'toma' vino de continuar recogiendo conocimientos de los pocos abuelos que aun siguen haciendo cestos tradicionales de la zona. En esta ocasión volvimos a visitar al Sr. Manel que nos mostró lo que, según nos dijo, era su última producción. Ultima de verdad, no de temporada, porque nos anunció que había 'plegado', es decir, que ya no iba a hacer más. Ojalá esta decisión sea pasajera y el otoño que viene Manel continúe haciendo lo que tan bien sabe y, a ser posible, enseñándonos más cosas. Seguro que el no leerá esto, pero por si las musillas se lo quieren soplar al corazón, desde aquí nuestros ánimos.
Tras Manel, vino Pedro, que no es ni fue cestero pero que a lo largo de su vida había arreglado muchos tejados de 'bordas', construcciones de alta montaña con techado de paja que servían como cuadras. Queríamos saber cómo se construían aquellas cubiertas hoy practicamente desaparecidas y Pedro fue un magnífico informante. Sobre un dibujo pintado en una servilleta nos fué detallando, paso a paso, cómo colocar las vigas, los tablones, cómo atar la paja, etc. El entusiamo se le fue despertando y se comprometió a echarnos una mano sobre el terreno en caso necesario. El 'daca' (del toma y daca) se llevó a cabo en el propio Museo de Esterri, donde acudieron un buen número de vecinos de la zona a participar en el curso sobre cestería pirenaica que allí les ofrecimos (Pincha en la foto de arriba si quieres ver más). Sorprendente ver a tanta gente joven y menos joven interesada en estas cosas . Lo que con nuestras manos habíamos ido recogiendo de los viejos cesteros ahora se lo pasábamos a las suyas.
Finalmente, propusimos a los alumnos un encuentro directo con un cestero del Valle de Arán, Antonio Leja, que desde hacía tiempo ya se había mostrado dispuesto a hacer una demostración sobre su 'arte'. Y allá nos fuimos el sábado unos cuantos y allá disfrutamos de ese encuentro y de las minuciosas enseñanzas de Antonio.

domingo, 12 de junio de 2011

Construcciones

Camino del Museo etnológico de Barcelona paso por la Plaza de Cataluña. Voy en busca de fotografías y documentos de antiguas construcciones populares y me salen al paso otras nuevas, las que están montando aquí los indignados. En ambos casos, la gente echa mano de lo que tiene alrededor para realizarlas. A ver que os parecen estos ejemplos con sus similitudes y contrastes.



De arriba a abajo: Selvas asiáticas. Plaza de Cataluña. Sur de Portugal. Plaza de Cataluña.
Amazonas. Plaza de Cataluña.