viernes, 14 de octubre de 2011

Saranda-Salt-Salás

No es ningún saludo árabe, son las tres ultimas noticias.
Armado de cordel y juncos -y libre de denuncias- me presenté en casa de Manuel dispuesto a poner manos a la obra. Pero resultó que el hombre me guardaba una sorpresa: no era yo quien iba a empezar con la saranda, como habíamos quedado, sino que sin más preambulo fué él quien comenzó a preparar los juncos. "Esto no lo he hecho nunca por nadie. Ni por mis hijas. Pero a ti te la voy a empezar...no sé por qué", me dice mientras con gran dificultad consigue sentarse en el suelo y comenzar a trabajar. 'Touché', te quedas sin palabras y casi que haciendo pucheritos. Enfin, manos pues a las cámaras y a grabar. Mientras trabaja cuenta, entre otras cosas, la historia de la saranda que, resumida, aquí os va: "Estas sarandas las inventó mi suegro. Mi suegra vendía el pescado por las huertas y le hizo una para llevarlo desde el puerto. Después empezaron a pedirle otras las compañeras y así siguó la cosa hasta que mi suegro murió. Pero antes de morir dejó una saranda empezada y un día me puse a intentar continuarla. Yo no había hecho nunca ninguna aunque muchas veces le había visto hacerlas. Me costó pero lo conseguí. Las primeras me salían muy mal pero luego ya fue mejor. Hace cinco años que no hago ninguna y como nadie sabe hacerlas ya no hay". Curioso esto de conocer la 'historia de una pieza', y nada habitual. Contando las vueltas que da la vida daba vueltas Manuel tejiendo la saranda y al llegar a la altura en que se encontró la que dejó su suegro se detuvo: "Así, con dos vueltas sólo, dejó mi suegro la que yo seguí y así te dejo yo ésta para que la sigas tu", me suelta sin más explicaciones y dándome la mano para que le ayude a levantarse. Prometido, la terminaré y se la llevaré; me dijo que eso le daría mucha alegría y a mi no me hace falta ninguna otra razón.
Salt (Gerona) es, para la cosa cestera, la feria más importante e interesante de cestería del estado. Lleva un montón de ediciones (no recuerdo cuántas) y, aunque esta vez ya no llegais a tiempo, a los que no hayais ido os recomiendo que no os la perdais el año que viene (siempre el primer finde de octubre). Es más que una feria, es un lugar de encuentro entre cesteros y aficionados de toda Europa y para muchos de los que van eso es más importante que las ventas que se pueden hacer (que tampoco son tontería). Y no hay miedo de que cada año sea lo mismo, algo que suele ocurrir en muchas ferias, pues, aunque hay gente que repite, también la hay nueva, o con nuevas cosas. Una alegría fue ver por allí a los amigos de ACEGA (Asociación Cesteira Galega) tan risueños y con tántas cestas. Este año, la exposición se centraba en la cestería alemana, especialmente en la más innovadora y la verdad es que pudimos ver piezas tan interesantes como las de las fotos (pincha en la de arriba). Y acabado Salt, Salás. Un grupo de amigos fuimos invitados al caserón de Carles Alcoy (vicepresi de la Asociación Ibérica de Cesteros. ¡Gracias Carles!) en el prepirineo con la intención de hacer un curso de introducción al palmito. Estaba especialmente pensado para cesteros extranjeros (desconocedores de estas técnicas) pero algunos nos colamos con la intención de pasárnoslo chachi, es decir, de repasar conocimientos. El 'maestro' Antonio Rodríguez lo impartió y entre risas, comilonas y baños en el pantano, los demás hicímos de alumnos.
Cualquiera que se acerque un poco en profundidad a la cestería de la Península, cae en la cuenta de su riqueza. La gran variedad de materiales ha permitido la práctica y fabricación de un montonazo de técnicas y objetos diferentes. Es una alegría que, poco a poco, los compañeros de dentro y fuera de este país vayan descubriéndolo pues pienso que eso enriquece a todos y al oficio. Pero, sin olvidar los esfuerzos y cariño de algunos en enseñar y transmitir, también lamento que actualmente no haya ninguna escuela en la que se pueda aprender, compartir y sobre todo profundizar en todas esas técnicas.

English version by Nacho Gil
Saranda (1)-Salt-Salás
This is not an Arabic greeting, but the last three news.
I showed up at Manuel’s house armed with a rope and rushes –and free of allegations- ready to get down to work. But it turned out that the man kept a surprise to me: It was not me who was going to start with the ‘saranda’, as we had agreed, but it was him who began to prepare the rushes without further ado. “I have never done this for anybody, neither for my daughters. But I will begin it for you… don’t know why”, he says to me while he manages with great difficulty to sit on the floor and start to work. ‘Touche’, one run out of words and almost pouting. Anyway, hands then to the cameras and let’s go recording.
While working tells me, among other things, the history of the ‘saranda’ which, briefly, here goes for you: “these ‘sarandas’ were invented by my father-in-law. My mother-in law sold fish by the orchards and he made one to her for she carries it from the seaport. After that, her workmates began to ask him for others and the thing went this way until my father-in-law died. But before he died he left a ‘saranda’ started and one day I got to try to continue it. I had never made any, though many times had seen him making them. I had trouble but I did it. The first ones came out very badly, but later it was better. I don’t make any since 5 years ago and because nobody knows to make them, already there isn’t any”. It is curious this of knowing the ‘history of an object’, and nothing usual. Counting the turns of life, Manuel was turning the ‘saranda’ weaving it, and when he reached the point at which he had found what was left by his father-in-law, he stopped: “Like this, with only two laps, my father-in-law let the one I continued, and so I let you this one to go on with it”. He tells me without further explanations and giving me his hand for helping him to get up. Promised, I’ll finish it and will bring it to him; he said to me this would give him a lot of joy, and I don’t need any other reason.
Salt (Gerona) is, for the basketry matter, the most important and interesting basketry fair in the Spanish State. A lot of series have taken place (I can not remember how many) and, though for this occasion you don’t arrive on time, I recommend to those of you who never went not miss it next year (it’s always on the first weekend of October). It is more than a fair, it is a meeting place for basketmakers and amateurs from all over Europe and for many of those who go this is more important than the sales that may be done (which neither are nonsense). And there is no fear that every year be the same as the others, something that usually happens in many fairs, although there are people who repeat, also come new ones, or with new things. I was happy of seeing up there the friends from the ACEGA (Asociación Cesteira Galega-Galician Basketry Association) so cheerful and with so many baskets. This year, the exhibition was focused on German Basketry, especially on the most innovative and the truth is that we could see pieces as interesting as showed in the pictures (click on the one above).
And Salt finished, came Salás. A group of friends were invited to the big house2 of Carles Alcoy (vice president of the Iberian Association of Basketry. Thanks Carles!), in the Pre-Pyrenees with the idea of making an introductory course to the palm (3). It was especially designed for foreign basketmakers (unfamiliar with these techniques) but some of us got into it with the intention to enjoy ourselves, that is to say, to review our knowledge. The ‘teacher’ Antonio Rodriguez gave the course, and between laughter, big meals and baths in the reservoir, the rest of us made of students.
Anyone who gets close a little in depth into the basketry of the Iberian Peninsula realizes its wealth. The great diversity of materials has allowed the practice and manufacturing of a whole lot of techniques and different objects.
It is a joy that, little by little, mates from inside and outside this country are discovering it, since I think that enriches to everyone and the craftsmanship. But, without forgetting the efforts and kindness of some to teach and transmit, also I regret that nowadays there aren’t any schools where it be able to learn, share and over all to deepen in all these techniques.
(1) In Spanish also: ‘zaranda’ or ‘criba’. In English, ‘sieve’, ‘sifter’ or ‘mesh’. In this case it would be a kind of strainer with a broad mesh made of rushes.
(2) In this case also a kind of traditional house from the Catalan Pyrenees.
(3) (Chamaerops humilis) European fan Palm or Mediterranean dwarf Palm.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Fermosas verbas son as que esccritas por ti collen brillo e parecen facer vivas as fotos e os comentarios con que as acompañas.
Máis fermosas serán as vivencias de onde nacen tales historias que moitas veces semellan sacadas de libros de ficción e outras veces son como contos que perdidos nos tempos son de novo encontrados e revitalizados coa túa enerxía.
Transmites o que sintes(fermosa virtud)i eu sinto o que transmites(afortunado son) así que as gracias penso que serían tan só protocolarias, pero cariño, amor e ilusión é a moeda de troco, a ganancia espiritual que agardo obteñas (que non dubido) disto.Eu síntome así léndote.
Unha aperta dende as Rias Baixas.Rubén

Carlos Fontales dijo...

Vaya, me alegro de que te sientas tan bien leyendo este blog! Yo también me lo paso bien con él así que, todos contentos (al menos tu y yo). Un abrazo y gracias por tu comentario.

Anónimo dijo...

Boas.

¿Como vai a saranda? ¿Consegues seguila? Seguro que si. Ó mellor lle tes que dar unhas voltas pero conséguelo rápido. Así daslle unha alegría ó Sr. Manuel.

Cristina.
MUAKIS.

Carlos Fontales dijo...

Ando un poco lesionado y no me puedo poner con ella pero en cuanto mejore a por ella que me lanzo.