lunes, 25 de noviembre de 2013

Seronejas

Jesús el cotorro nos las prestó y son, seguramente, las últimas seronejas de aquel pueblo de por los 'arribes del Duero' que un mulo carga con estiércol de cuando en cuando. Mi amigo Vene quería hacer unas antes que desaparecieran y no quedase ni modelo de donde copiar así que no había tiempo que perder. Una vez viajadas a Caballar y con un mogollón de mimbrazo en remojo -porque mira que son grandes las tías- nos pusimos a ello. Primero un cestón, luego otro, más tarde el puente que los une y finalmente el cuerpo superior y el "lirio" (nombre que recibe el remate de cordón por aquellas tierras).





Hay que reconocer que es un currazo -¡que se lo digan a Vene, que es quien se lo chupó!-, pero también que es un placer ir descubriendo el ingenio y los detalles de construcción con que se hace esta pieza tan desconocida hasta ahora para uno. Se le coge gusto a esto de hacer cosas 'demodés' e inútiles para la idiocia dominante, así que, como otro amigo, Raul, quiere hacer unos serones de los que se hacían por Segovia (foto de abajo), en cuanto nos venga bien nos liamos con ellos. Avisaré para que, si a alguien más le 'pone' ponerse de seroneo, se pueda apuntar.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Escobas

Vaya, que está tristona la escoba. Que se ha repanchingao contra la puerta y dice que la deje en paz.
    -Tranqui chica, que si no te apetece hacer nada nadie te va a obligar. Faltaría más.Total, las hojitas  caídas del fresno están baila que te baila con el viento y no nos vamos a poner a juntarlas y  amontonarlas. ¡Menuda pueden armar!
    - Ya. No, mira, que no es sólo por no molestar a las hojas, que es que m´enterao que mis primas de    Madrid tienen que volver al tajo. Y es que, ¡lo siento tanto por ellas! Ale, ahí, a lamer asfalto y  arrastrar plásticos y demás porquerías de las que tus primos se rodean.
    - Ah, si, ya he oído que la huelga de barrenderos termina y que enseguida volverán a currar. Parece    que incluso se sienten más o menos victoriosos por no haber cedido a las ordenes que les querían  imponer desde arriba.   
    - Ja! Que os creéis eso! Engañifas y trampantojos de dineritos y empleos. La orden de verdad es trabajar para comprar basura y trabajar para recogerla. Unos días sin cumplir con eso y no tienes más que echar  un vistazo a las calles para ver lo que vuestro mundo produce a lo bestia.
    - Pues sí, chavala, sí, que tienes razón, pero piensa que si no fuese por eso, la mayoría de tus primas  no serían necesarias ni existirían.   
    - Para lo que les sirve existir! Eso ni es vida ni es ná. Además, qué pasa, que sólo pa barrer valemos?
    - Bueno, no sé...
    - Allá, en los bosques del valle del Pas, donde se criaron estos brezos que me sostienen, se contaba  de tiempos en que algunas mujeres bravas y desobedientes, huntándonos ungüentos de plantitas y  otras cosas, jugaban con nosotras de tal manera y refriegue que, vete tu a saber cómo, pero volábamos juntas. A lo mejor como lo están haciendo ahora las hojillas del fresno con el viento. O  como vuela y da vueltas la escoba que lanza al aire una y otra vez el niño de la casa de al lado.
    - Jo, que ni se me había pasao por la cabeza! Y el caso es que, ahora que lo dices, recuerdo que  cuando niño yo también me subía a modo de jinete en la escoba de madre y cabalgaba sobre ella por  las llanuras y montañas del patio de casa. ¡Qué bien lo pasábamos!
    - Pues sabes qué te digo, que vamos a contarles estas cosas a tus primos de Madrid y a decirles que  escuchen y hagan piña con mis primas las escobas, que están hartas de barrer como está mandao y  dispuestas a correr a escobazos a las ordenes y a quienes las dan.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Madrí

Según algunos amigos, parece ser que por los madriles hay cierto interés en esto de la cestería y, más en general, por el mundo de las fibras vegetales. Con la ayuda organizativa de Alicia Sen, daré un curso el próximo día 6 de diciembre, en el que, además de introducirnos en los aspectos tradicionales de esta actividad y esbozar los nuevos diseños y aplicaciones que se están realizando en distintos campos, haremos cosas como estas:
piezas, en definitiva, que nos ayuden a entrever algunas de las muchas posibilidades que hay tras las técnicas y los materiales empleados habitualmente en cestería.
El taller tendrá lugar en la CASA LUNA.  C/ Corredera Baja de San Pablo nº 1, 1º der. El horario, de 10.30 a 20, con parada para comer. Y el precio, 60 € (materiales y comida incluidos). Podéis inscribiros enviándome un email: carlosfontales@gmail.com , o telefoneando: 921500796 / 617745508.
Más información pinchándo aquí.