¿No lo oís? Es el tiempo, que corre,
que sopla, que azuza,
que silba y se arremolina,
por las puntas de los cipreses,
por las calles donde los hombres
compran y venden.
¿Dónde han ido las rosas de antaño?
¿Dónde está la casa de adobes
de los abuelos? Todo,
todo arrastra. Subid
arriba a las torres,
si queréis oírlo
su aullido, su silbo
con que junta en rebaño las nubes,
su canto destemplado,
y gritar, preguntarle
dónde los ha llevado:
¿dónde nos llevas, tiempo,
oh tiempo cierzo,
tiempo del Norte, tiempo
huracanado?
¿Dónde la madre aquella
que ya, que no,
que cómo se llamaba?
Los nombres vanos
se arrojan como cáscaras,
y los arrastra el tiempo
por las cañadas, por los bosques
de fresnos y de hayas
¿adónde? ¿Adónde
las hojas por la tierra,
las muertes de oro
innumerables,
los verdes cuerpos
de los faunos y dríades
antiguas marchitos,
amarillos, adónde?
¿Dónde? ¿Dónde? Ya basta:
¿para qué más abono
a la tierra?, ¿porqué
nuevas hojas, nueva
primavera a la rama?
Sopla, salvaje, aliento
del valle de la muerte:
que te oiga al menos
silbar en mis oídos,
en mis entrañas,
no pensar que todo va bien,
que la mar en calma,
que vamos tirando,
que la vida
dulcemente se pasa.
Hijos de muerte, ¿sentís
cómo os ciega de polvo los ojos,
cómo os roe la piel de la cara?
Silba, Aquilón, y dinos
adónde los llevas,
para quién arrancas
los negros cabellos
de estas sienes amargas:
¿adónde los dientes tan firmes?,
¿adónde las ingles doradas?
¿Adónde los caballitos
del tiovivo? ¿Adónde
la novia de labios humildes
como leche? Y aquel
muchacho que cantaba
“¿Dónde me llevas, tiempo?”
¿dónde se ha ido? ¿En dónde,
oh Tiempo, pára?
*Este canto, el 193 del libro 'Más canciones y soliloquios', de Agustín García Calvo, acudió a mi memoria una vez acabada la instalación 'Torbellinos'. Tantas veces lo había recitado o escuchado y ahora estos remolinos parecían traerlo en volandas.
La construcción fue un encargo del Palacio Quintanar (Segovia). Se inauguró el pasado día 9 y permanecerá al menos hasta finales de enero. En su fabricación me ayudaron Ricardo Fontales y Raúl Díez. Si deseáis ver algunas fotos más sobre el proceso de construcción y su resultado pinchad aquí.
3 comentarios:
Una magnífica instalación del gran Carlos Fontales en el patio del Palacio Quintanar que deberíais visitar hasta la fiesta de la Candelaria en febrero.
Magnifico,Carlos,Maestro.
Un Abrazo
Benigno
Gracias, Benigno. Un abrazo
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