lunes, 27 de septiembre de 2010

Manos

Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero a veces es una palabra la que evoca mil imagenes. Otras, imagen y palabra se confunden y así, al decir rosa, parece que hasta su nombre huele o, al ver unas manos cesteando, que pelea la palabra por pronunciarse,... a veces.
Pues aquí os van unas cuantas imagenes (pincha en la foto) de unas manos haciendo una jarra y diciendo en ello no sé qué cosas que tal vez alguien se arranque a pronunciar.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Salt

Días 2 y 3 de octubre cita cesteril en Salt (Gerona) como cada año desde hace 13. Si teneis la oportunidad de acudir, no os lo perdáis. Acuden cesteros no sólo de Cataluña sino de muchos rincones de España y Europa para exponer y vender los cestos que ellos mismos han hecho. Riqueza y variedad, por tanto, de técnicas, materiales y modelos, algo muy de agradecer por los amantes del oficio. Pero eso es sólo una parte. La feria además es un reencuentro anual de cesteros y amigos de la cestería que comparten noticias, saberes y, sobre todo, amistad, algo que por suerte prevalece en este oficio.
Como novedad de este año, la celebración del Primer Certamen Cestero "Roser Albó", bautizado así en honor de quien revitalizó la cestería de Cataluña con tanto amor como inteligencia, creó la Asociación Catalana de Cesteros y la imprimió un sello fraternal que es referencia y fuente para cuantos seguimos en esto.
También novedad la expoxición del trabajo de Jette Mellgren, cestera danesa, que atenta a la producción tradicional la aprovecha para nuevas creaciones en las que emplea tanto materiales vegetales como de reciclaje y otros.
Y más, mucho más que está resonando ya a la voz de : ¡Pasen y vean!
En la foto, Nansa Llagostera, pieza conmemorativa de este año.

jueves, 9 de septiembre de 2010

La posada de las estrellas

Por ahí queda, entre Granátula de Calatrava y Puertollano, 'La posada de las estrellas'y su mención empuja misteriosa al cielo la carita de Reinalda. ¿Estará viendo allí las noches escondidas de Gabriel mozo arrimado a los cerros para robar unas mañas de esparto con que trabajar? ¡Ah!, aquellas mañanitas frescas a la sombra de la parra enseñándole a él -¡tan jovencillos los dos!- a trenzar pleita: -¡Que es que, en su casa sólo le aprendieron a coserla!. Y después, cargar el burrillo y verle marchar a recorrer pueblos pregonando: ¡espuertas, capachos, 'aguaeras'!, para ganar cuatro perras -¿Pa qué? ¡Pa ná!- y ahorrar alguna pasando la noche al raso, en 'La posada de las estrellas', que llaman.
El sábado pasado fuí a visitar a Gabriel y Reinalda a la residencia para ancianos de Almagro. Allí parece que los días pasan sólo a la espera del último. Hace dos años que tuvieron que dejar su pueblo y su esparto porque, como dice Gabriel: Un rayo ha caído en mi casa. Un rayo de desgracia y vejez. En su patio aprendí a hacer pleitas, 'coseeras', espuertas y capachos de igual forma que a saltear unas migas y comerlas todos en corro de la sartén. Verano tras verano allí con ellos hasta que el rayo cayó como un cerrojo que pone fin a lo que no tenía ninguno. La pleita posee una particularidad y es que podría estar trenzándose indefinidamente, porque sí, sin otro objetivo que el de ir haciéndose, sin necesidad de ser apresada en ningún cesto.
Algo parecido se diría que le ocurre a esa 'Posada de las estrellas' cuando uno ve la mirada que alzó en Reinalda su alusión: que siempre está abierta y entrelazando vidas. Ahí,  el sueño de Gabriel camino de Puertollano se trenza en pleita con la fugaz fuga de Reinalda de la triste residencia; con estas vanas letras que intentan dar testimonio de ello; con lo que a ti, lector, te pueda estar haciendo revivir esto que nunca viviste.